Es una hondureña que se ha destacado en el modelaje y que con apenas 25 años puede convertirse en diputada. Se trata de Iroshka Elvir, esposa del presidenciable de la Alianza de Oposición, Salvador Nasralla.
Elvir aseguró que la diferencia de edades con su esposo no ha sido ningún impedimento, al contrario, les ha servido para complementarse.
Como una persona luchadora, emprendedora que si tiene una meta va a hacer todo lo que está a su alcance para lograr su objetivo.
Nací en un hogar pobre, pero nunca me faltó nada. Crecí en el barrio el Bosque de la capital, rodeada de mis abuelos, padres y tíos. Estudié en la escuela 14 de Julio hasta segundo grado y luego pasé a la escuela Paraguay. Estuve en el Instituto Milla Selva y ahora estoy por terminar la carrera de Finanzas en Unitec.
Yo trabajaba, me detuve como tres años, pero alternos. Me detuve por mis concursos y otras actividades porque también me estoy capacitando en el área política. Pese a que no he concluido mis estudios tengo una buena formación.
Cuando era pequeña siempre me gustó tener dinero y yo llevaba cosas para venderlas a mis compañeros, así iba haciendo mi dinero para cubrir gastos. Entendí que es importante que el gobierno genere trabajo, pero además que cree una educación con emprendimiento.
Empecé a modelar cuando tenía 21 años, ahí conocí a Salvador, en una audición de un certamen de belleza. Por cierto, le extendí mi mano y le dije que lo felicitaba por haberse involucrado en la política, ya que es necesario que personas como él se metan a esta área, sin saber que luego me iba a casar con él y estar casi a las puertas de la Casa Presidencial.
Sí, lo dejé aunque me salen propuestas. Dejé esta actividad porque tengo cosas más importantes que mi carrera como modelo. Tengo que estar enfocada en lo que realmente es importante en este momento y hay muchas cosas que proponer en Honduras.
Trabajaba con él en el Programa XO y también trabajaba como asistente. Lo iba conociendo y tratando, la verdad nunca estuve interesada en casarme con él, pero él siempre me vio y dijo que yo era una muchacha decente con la que debía casarse. Yo me reía porque pensaba que así le decía a todas las demás, pero me miraba diferente que a las otras mujeres y eso me gustó e insistió hasta que nos casamos.
Si hablamos físicamente me gustan mucho sus piernas, su altura, los ojos, las manos y me fascinan las pompas de Salvador, y no tiene panza, aunque creo que el matrimonio le ha hecho subir unas cuantas libras. Desde otra perspectiva, me gusta la personalidad de Salvador, es honesto e inteligente. Cuando tengamos hijos, ellos se van a sentir orgullosos de sus padres porque sus amiguitos no podrán decir que su papá es un ladrón.
(Antes de realizarse esta entrevista se desconocía que Elvir estaba embarazada. Ayer, Nasralla anunció que estaba esperando un bebé).
He tenido algunos malestares, era un virus que estaba pegando y daba estos síntomas, pero seguí vomitando. Estoy tomando pastillas para eso.
Sí, estamos tomando lo necesario para que el cuerpo esté preparado para un embarazo. Salvador y yo estamos tomando ácido fólico, estamos tranquilos, trabajamos arduamente para formar un bebé, esto puede ocurrir en cualquier momento. Aunque el doctor recomienda tener una vida activa para quedar embarazada, pero Dios decidirá.
¿Qué críticas? Las de los call centers. Son personas pagadas para cuestionar a Salvador y a mí. Las críticas te hacen más fuerte, indistintamente que sean pagadas o no. Sé quién soy y sé quién es Salvador, tengo un concepto definido de él y estoy enamorada de él. Mientras él y yo seamos felices pueden decir lo que sea.
No, Salvador es una persona madura. Tiene 64 años y eso me permite no estar con un niño al que hay que complacer, él sabe lo que quiere y me comprende y escucha. Prácticamente esa diferencia de edades nos hace complementarnos porque es difícil para otras mujeres estar con un hombre que es un niño. Mi juventud me permite ser muy dulce y comprensiva.
No, quién dice eso. Nada que ver, al contrario. Mi suegra es como mi amiga y aliada en nuestro hogar. Ella vive con nosotros y me da ideas en el hogar. Alicia Salum formó muy bien a Salvador, ella es un ejemplo para mí.
Yo tengo un equipo de mujeres muy profesionales, entre ellas: Gilda Silvestrucci, la tercera designada Belinda Martínez, son mujeres destacadas. Creo que lo importante, pese a mi juventud, es rodearme de personas que tienen experiencia.
Uno de ellos es crear el Instituto Técnico para la Mujer Emprendedora, creo en la mujer y en el emprendimiento. Hay 400,000 lideresas que se enfrentan solas a la vida y que llevan el sustento a sus familias. También, en cada instituto haré guarderías para que tengan cerca a sus hijos. No quiero ser una primera dama decorativa, yo quiero darle a los niños una mejor manera de vivir y que los ancianos sean tratados dignamente.
Hay que hacer campaña de concienciación porque los feminicidios son muy comunes en Honduras. Creo que nos hemos adaptado a esta ola de sangre, es más, justificamos en muchos casos estos asesinatos diciendo que la mujer provoca con su vestuario.
Doña Xiomara Castro.