San Pedro Sula, Honduras.
Una bonita experiencia
Para conocer
El padre Juan Ángel López dice que durante los entierros judíos 'se colocaba un lienzo y sobre él, el cuerpo con las piernas y cabeza levantadas. Las marcas que tiene señalan que la persona medía 1.81 metros de estatura y pesaba 175 libras. La ciencia ha estudiado mucho la Sábana, pero las marcas no han sido pintadas. No hay trazos de pinturas'.
Destacó que 'en la tela hay 54 muestras de polen que son propias de Tierra Santa. Responde al ritual judío, muestra cómo el cuerpo fue enterrado a la carrera porque no fue lavado.
Se ven las marcas de sangre que produjeron los clavos de las muñecas para que el cuerpo no se desgarrara en la cruz. Tiene las 120 marcas de los latigazos que son propias del castigo que impartían los romanos en la época. En el cráneo hay más de 70 marcas de la corona de espinas y hay una marca en el costado', argumentó.
Según la historia, es en 1350 cuando Geoffrey de Charny, del pequeño pueblo francés de Lirey, dice tener el sudario que cubrió el cuerpo de Cristo en su lecho de muerte con su imagen grabada.
La tela presenta una imagen borrosa del cuerpo de un hombre terriblemente torturado. En 1356, la tela es donada a los monjes del pueblo de Lirey cuya iglesia comienza a recibir a miles de peregrinos.
Al comienzo de la guerra de los 100 años los sacerdotes la devuelven al castillo de Charny para su protección. Años más tarde, los sacerdotes piden la santa tela a la nieta de Charny pero esta se niega a devolverla, viuda y sin hijos la utiliza como salvo conducto entregándola a los duques de Saboya para huir a Italia a cambio de protección.
Los duques de Saboya, futuros reyes de Italia, la convierten en su reliquia más venerada guardándola en la iglesia de su castillo de Chamberye.
Pero en la noche del 3 al 4 de diciembre del año 1523 la iglesia arde y el relicario de plata que guardaba la sábana doblada, se derrite, cayendo una gota que la atraviesa completamente quemándola y marcándola para siempre, pero sin destruir la imagen.
En el año 1578 el duque Manuel Filiberto de Saboya traslada la Sábana Santa a Turín, futura capital de Italia, donde es recibida por la multitud quedando bajo custodia de la iglesia en su catedral y ostentada hasta nuestros días.
Por segundo día consecutivo, la exhibición de la réplica de la Sábana Santa ha logrado un lleno total de asistencia en Expocentro, lugar donde es presentada de forma gratuita.
Al igual que ayer, hoy el Sudario es presentado de 9:00 am hasta las 7:00 pm. Además, se imparten las conferencias '¿Quién es el hombre de la Sábana?' las cuales están a cargo del matemático italiano Bruno Barberis y del doctor holandés Petrus Soons, quienes tienen décadas de estudiar y exponer acerca del Manto Sagrado.
'La Sábana Santa es un reto a la inteligencia humana y una posibilidad de reforzar la fe', expresó Barberis durante su exposición.
Por su parte, Soons indicó 'La sangre humana en el Manto Sagrado es del tipo AB. En Occidente tal vez es común, pero en Medio Oriente no lo es, solo 18% tiene este tipo de sangre en esa región', reveló en su ponencia el doctor holandés.
 Con fe, los hondureños llegan a Expocentro para admirar la exposición donde se evidencia el sacrificio que hizo Jesucristo.
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| La réplica de la Sábana Santa y de la corona de espinas formaron parte de la exposición.
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Tras la exposición de hoy, que concluye a las 7:00 pm, el Sudario será llevado a Tegucigalpa para ser expuesta en la Basílica de Suyapa y luego traído de nuevo a San Pedro Sula el 29 de agosto.
La pieza expuesta hoy en San Pedro Sula es una réplica de la Sábana Santa de Turín, uno de los objetos más preciados del cristianismo. La maravillosa historia y su relación con Jesucristo hace que el Sudario no solo sea admirado por los católicos, sino por personas de todo el mundo y todo tipo de creencias.
Esta réplica fue donada por la Iglesia Católica a Honduras y se quedará permanentemente en el país. Será puesta en la Basílica de Suyapa.
Las exposiciones de la reproducción del Manto Sagrado son organizadas por un comité, del cual el empresario Jorge Canahuati Larach, presidente de Grupo Opsa, es coordinador.
En Expocentro también hay una galería de reproducciones de objetos relacionados a Jesús y el Síndone, otra réplica de la Sábana Santa, hay imágenes 3D del Sudario, paneles explicativos y una capilla.
La entrada a las conferencias y a ver la galería es totalmente gratis. Además de la conferencia de las 9:00 am, este día se imparten dos más a las 3:00 pm y a las 7:00 pm.
La Sábana Santa original se encuentra en la Iglesia San Juan Bautista de Turín, donde está completamente aislada y en oscuridad en una caja de cristal a prueba de balas y con un ambiente controlado, en el cual apenas hay oxígeno, para permitir la conservación del Sudario.
 Los fieles católicas llegaron para elevar súplicas al Señor Jesús.
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 Los expertos extranjeros compartieron sus conocimientos con los sampedranos.
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El padre Juan Ángel López dice que durante los entierros judíos 'se colocaba un lienzo y sobre él, el cuerpo con las piernas y cabeza levantadas. Las marcas que tiene señalan que la persona medía 1.81 metros de estatura y pesaba 175 libras. La ciencia ha estudiado mucho la Sábana, pero las marcas no han sido pintadas. No hay trazos de pinturas'.
Destacó que 'en la tela hay 54 muestras de polen que son propias de Tierra Santa. Responde al ritual judío, muestra cómo el cuerpo fue enterrado a la carrera porque no fue lavado.
Se ven las marcas de sangre que produjeron los clavos de las muñecas para que el cuerpo no se desgarrara en la cruz. Tiene las 120 marcas de los latigazos que son propias del castigo que impartían los romanos en la época. En el cráneo hay más de 70 marcas de la corona de espinas y hay una marca en el costado', argumentó.
Según la historia, es en 1350 cuando Geoffrey de Charny, del pequeño pueblo francés de Lirey, dice tener el sudario que cubrió el cuerpo de Cristo en su lecho de muerte con su imagen grabada.
La tela presenta una imagen borrosa del cuerpo de un hombre terriblemente torturado. En 1356, la tela es donada a los monjes del pueblo de Lirey cuya iglesia comienza a recibir a miles de peregrinos.
Al comienzo de la guerra de los 100 años los sacerdotes la devuelven al castillo de Charny para su protección. Años más tarde, los sacerdotes piden la santa tela a la nieta de Charny pero esta se niega a devolverla, viuda y sin hijos la utiliza como salvo conducto entregándola a los duques de Saboya para huir a Italia a cambio de protección.
Los duques de Saboya, futuros reyes de Italia, la convierten en su reliquia más venerada guardándola en la iglesia de su castillo de Chamberye.
Pero en la noche del 3 al 4 de diciembre del año 1523 la iglesia arde y el relicario de plata que guardaba la sábana doblada, se derrite, cayendo una gota que la atraviesa completamente quemándola y marcándola para siempre, pero sin destruir la imagen.
En el año 1578 el duque Manuel Filiberto de Saboya traslada la Sábana Santa a Turín, futura capital de Italia, donde es recibida por la multitud quedando bajo custodia de la iglesia en su catedral y ostentada hasta nuestros días.
