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Promenten frenar violencia en el Aguán

  • 23 agosto 2011 /

'En tres días yo voy a dar una respuesta', dijo a la AFP el comisario de policía Julio Espinal, quien desde el viernes está al frente de la operación.

Autoridades policiales desplegadas en la conflictiva zona del valle del Bajo Aguán, en el noreste de Honduras, prometieron este martes frenar las muertes que en los últimos meses ascienden a medio centenar, a causa de una disputa de tierras.

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'En tres días yo voy a dar una respuesta', dijo a la AFP el comisario de policía Julio Espinal, quien desde el viernes está al frente de la operación ordenada por el presidente Porfirio Lobo en esa región, situada unos 600 km al noreste de Tegucigalpa.

Pese al dispositivo de seguridad desplegado en ejes carreteros y vías de acceso a las fincas de palma africana, que dominan en la zona, entre sábado y lunes se registró la muerte de cuatro personas.

La disputa entre los campesinos, que han ocupado varias fincas de la zona y terratenientes defendidos por guardias armados, se ha agravado los últimos días con la muerte de once personas, entre ellos varios dirigentes del movimiento campesino.

Unos 600 hombres, entre policías y militares, se sumaron a cerca de 400 que ya estaban en la zona, con el propósito de frenar la violencia.

'Son miles de hectáreas aquí, no es fácil dar una respuesta, pero en tres días voy a dar una respuesta', aseguró Espinal, refiriéndose a la posibilidad de detener las muertes.

Espinal mencionò que venezolanos y nicaragüenses habrían entrenado a los campesinos en tácticas de guerra para enfrentarse a los guardias de los latifundistas, pero los campesinos lo niegan y acusan a las autoridades de parcializarse con los terratenientes.

'Nos preocupa (el conflicto) porque es justo y legítimo que la gente tenga espacio para trabajar, pero (la confrontación) va más allá, con la pérdida de vidas, es un problema más allá de una simple lucha por la tierra y tenemos que ver qué está pasando', expresó por su lado el presidente Lobo.

Reconoció que 'puede haber dificultad para controlar (...) pero al final vamos a controlarlo y si hay necesidad de reforzar la zona (con más policías y militares) se hará'.

El Bajo Aguán es también santuario de narcotraficantes que trasiegan drogas por vía aérea utilizando pistas clandestinas o en embarcaciones a través del mar Caribe.