01/05/2024
12:26 AM

Plaza Perú convertida en refugio de indigentes

El parque es utilizado por indigentes como letrina pública desde que la alcaldía dejó de darle mantenimiento.

    San Pedro Sula, Honduras.

    A solo dos años de su remodelación, la Plaza Perú, ubicada entre 9 y 10 calles, 18 y 19 avenidas del barrio Río de Piedras, luce desolada y tomada por los indigentes desde hace varios meses.

    Los vecinos y dueños de negocios del sector contaron a Diario LA PRENSA que la plaza antes pasaba limpia y servía para que los vecinos llegaran a pasar un momento agradable en familia y con amigos.

    El pequeño parque fue remodelado en marzo de 2016 en un trabajo en conjunto entre la embajada de Perú y la Corporación Municipal.

    Mercedes Dubón, quien trabaja en un negocio cerca del parque, indicó que antes la plaza recibía mantenimiento, pero desde hace cinco meses el predio se ha mantenido sucio y enmontado. “Es lamentable ver el estado en que está el parque, antes pasaba limpio y por momentos me paraba a sentarme y disfrutar de las sombras de los árboles que hay, pero ahora lo que da es miedo con solo pasar por ahí”, dijo.



    Indicó que el parque ha sido tomado por lo indigentes desde que no se le da mantenimiento. “Con solo pasar por las orillas de la plaza, se sienten los malos olores, ya que el predio es utilizado por los indigentes como letrina pública, esperamos que las autoridades le vuelvan a dar vida, pues es triste ver un lugar que debería servir de centro de recreación, sea una guarida de vagos” expresó.

    Asaltos

    Varios pobladores de Río de Piedras están pidiendo a la Policía que realice patrullajes más seguido, ya que se han reportado asaltos.

    “Hacemos un llamado a la Policía Nacional para que nos ayude. Es lamentable ver cómo los asaltantes se han tomado el barrio como zona fácil para hacer fechorías”, expresó un vecino que prefirió no dar su nombre por seguridad. “La semana pasada vi cómo unos tipos en carro negro asaltaban a unos alumnos de un colegio cercano que iban bajando por la 10 calle. Sentimos impotencia, nos da miedo actuar; nuestras vidas también corren peligro, indicó el vecino en tono molesto.