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Pastores, dispuestos a renunciar a púlpitos

  • 21 marzo 2019 /

Si el Congreso Nacional no reforma la carta magna, ya saben qué hacer, dicen.

Tegucigalpa, Honduras.

Si no logran su objetivo de derogar la prohibición constitucional de hacer política, los pastores evangélicos anunciaron que están dispuestos a renunciar a sus púlpitos para inscribirse en las planillas de candidatos a cargos de elección popular u optar a posiciones públicas.

Los religiosos ya lograron su primer objetivo: que el presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva, introdujera el 21 de noviembre del año pasado una iniciativa conducente a eliminar el segundo párrafo del artículo 77 de la carta magna. Este enunciado advierte que “los ministros de las diversas religiones (sacerdotes y pastores) no podrán ejercer cargos públicos ni hacer en ninguna forma propaganda política, invocando motivos de religión o valiéndose, como medio para tal fin, de las creencias religiosas del pueblo”.

Lo dice la Constitución
Artículo 77: Se garantiza el libre ejercicio de todas las religiones y cultos sin preeminencia alguna, siempre que no contravengan las leyes y el orden público. Los ministros de las diversas religiones no podrán ejercer cargos públicos ni hacer en ninguna forma propaganda política, invocando motivos de religión o valiéndose, como medio para tal fin, de las creencias religiosas del pueblo”.
Dispuestos a renunciar. El pastor Noé Ortiz, uno de los promotores del proyecto Transformación Honduras, dijo que por ahora la Constitución es clara, no se puede usar la tribuna religiosa para hacer política.

“La ley ya lo dice, si vamos a hablar de ley, y, ¿qué dice la ley?, tiene que renunciar”, afirmó. “Nosotros no podemos ir en contra de la ley. Eso es lo que tiene que hacer un ministro”, añadió en su comparecencia en el programa Frente a Frente. Respecto a la posición hecha pública por el reverendo católico, Mario Fumero, de que los pastores deben renunciar si quieren hacer política, el pastor Ortiz declaró que “esa es su posición y se le tiene que respetar”, pero “si otra persona dice lo contrario también tiene que renunciar.