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En el parque y central de buses informan sobre traslados

  • 18 septiembre 2017 /

Fusina instaló centros de información para que parientes de los presos sepan a cuál presidio los enviaron.

San Pedro Sula, Honduras.

Poco a poco, madres, hijas y esposas comenzaron a llegar desde las 5:00 am de ayer a las esquinas cercanas al centro penal a espera de que las autoridades les informaran para dónde iban a ser llevados sus parientes.

Las mujeres que ya tenían conocimiento de que el presidio será cerrado de forma definitiva no dejaban de preocuparse por el estado de sus familiares.

Inquietas y haciendo constantes preguntas sobre lo que pasaba dentro del penal permanecieron durante las acciones que ejecutaron las autoridades militares y policiales.

Al filo de las 9:00 am, cuando los primeros camiones salieron, las féminas comenzaron a gritar, llorar y algunas se desmayaron.

“Adiós, hijo mío, que Dios te proteja”, dijo una madre que prefirió alzar su plegaria y marcharse del lugar tranquilamente al ver que su vástago era uno de los transportados.

Otras mujeres lloraban porque decían que sus parientes irían a sufrir más a otros centros penales, pues ya estaban adaptados al de San Pedro Sula. El hermano de Liliam Casulá está preso y tiene problemas mentales. Ella se preocupa porque depende de medicamentos que eran proporcionados por otro de los reos que estaba en la lista de trasladados.

Ante la angustia de las familias, la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina) instaló mesas de información en el parque central de San Pedro Sula y la Gran Central Metropolitana de Buses, donde están los listados de los movilizados.

Foto: La Prensa

Las fuerzas de seguridad colocaron una barricada para hacer una movilización ordenada.
En los listados se ve el nombre completo de cada uno de los presos, así como la ciudad a la que lo llevaron.

Pese a la información que estaba en lugares estratégicos, los parientes decidían permanecer en las afueras del centro penal, custodiado por policías y militares.

Miembros de la Oficina Pastoral Penitenciaria, en las cercanías del reclusorio, también estaban ayudando a los ciudadanos, pero indicaron que no les proporcionaron los listados y solo se dedicaron a tranquilizar a los parientes que buscaban información.

“Ya sabíamos de este traslado, lo que nos preocupa es cómo haremos para visitar a nuestros parientes, pues el gasto es más cuando hay que viajar a zonas alejadas de San Pedro Sula”, manifestó Santos Aguilar.

También una mujer, que no quiso ser identificada, comentó que su esposo tenía una pulpería dentro del penal y de las ganancias se ayudaba con los gastos, por ello al ser trasladado no sabe cómo harán con el negocio.

Familiares indicaron que estando en el centro penal ingresaban a dejarles comida y los días de visita. Manifestaron que esperan que viajando de lejos para ver a sus familiares no les pidan tantos documentos, como lo hacen para las cárceles de máxima seguridad.

Además, pidieron que la Pastoral Penitenciaria les vuelva a extender constancias, pues las suspendieron a raíz del mal comportamiento de dos féminas que se pelearon por un hombre. En horas del mediodía, que los privados de libertad ya habían sido enviados, los familiares se fueron del penal, mientras los militares y policías también quitaban las barricadas que habían colocado para que nadie ingresara al área de seguridad.