Condado Starr (Texas), Estados Unidos
Agentes de la
Patrulla Fronteriza al tanto del caso, le dijeron al
Post que Muñoz, su esposa y su hijo de tres años fueron puestos bajo custodia luego de cruzar la frontera cerca de la localidad de
Granjeno, Texas. Uno de los agentes, hablando bajo condición de anonimato dijo que después de que la familia solicitara asilo en Estados Unidos se les dijo que serían separados.
Un migrante hondureño se quitó la vida mientras se hallaba en custodia de las autoridades estadounidenses, quienes lo separaron de su esposa y su hijo en la frontera entre Estados Unidos y México.
Marco Antonio Muñoz (29), se suicidó en su celda de una cárcel tejana el pasado mes de mayo, de acuerdo con un reporte de la Oficina del Alguacil del Condado Starr al que tuvo acceso el diario Washington Post.
La muerte de Muñoz se produjo solo unas semanas después de que la administración de Donald Trump anunciase que podría fin a los cruces ilegales en la frontera al procesar a más padres de familia y separándolos de sus hijos en la frontera.
Foto en vida de Marco Antonio Muñoz. Foto: Washington Post
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El agente relató que Muñoz se resistió a que se llevaran a su hijo y que tuvieron que hacer uso de la fuerza para arrancar al pequeño de sus brazos.
Como resultado, el migrante perdió la compostura y tiraba violentamente de la reja de alambre de su celda, por lo que los agentes lo trasladaron a una celda de aislamiento revestida de material acolchado, para evitar que se hiciera daño en el estado de agitación en el que se encontraba.
Los agentes relataron que el hondureño intentó escapar en dos ocasiones durante el traslado, por lo que fue necesario someterlo.
Luego de su traslado, los guardias revisaban la celda de Muñoz cada media hora y a la mañana siguiente, dijeron que lo habían visto con vida y rezando.
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Uno de los guardias lo encontró inmóvil en su celda a eso de las 9:50 de mañana y, de acuerdo con el reporte del Alguacil, había usado una prenda de ropa para quitarse la vida.
La esposa y el hijo de Muñoz fueron luego liberados de la custodia de la Patrulla Fronteriza, informó un agente.
La política de “tolerancia cero” impuesta por la administración Trump ha desatado una ola de protestas entre el público y los legisladores estadounidenses, pero el gobierno ha defendido su política argumentando que es una medida necesaria para asegurar la frontera.
