Tegucigalpa, Honduras.
Tras concluir su ciclo común en su natal Guajiquiro, en el departamento de La Paz, su abuelo le planteó dos escenarios: “O te haces perito mercantil o te convertís en maestro”.
Pero Mister Eddil López, entonces de 18 años, resolvió sin titubear abrazar la carrera de las armas. Once años han pasado desde esa trascendental decisión y hoy este joven soldado de piel curtida por el sol y de marcados rasgos lencas es un sobresaliente oficial que se desempeña como comandante del cuerpo de estudiantes de la Escuela Técnica del Ejército (ETE), la tercera institución vocacional castrense más importante del continente.
La de Eddil López es una historia de superación. Comenzó como soldado raso en la Academia Militar Francisco Morazán, continuó sus estudios secundarios en el colegio del Primer Batallón de Infantería y luego prosiguió su preparación superior hasta graduarse de subteniente y licenciado en Ciencias Militares. “Las oportunidades en el Ejército están ahí y existen y cuando uno tiene el deseo de superación no importa si cuenta o no con el apoyo de su familia”, relató López al equipo de LA PRENSA.
Su relato se asemeja a la del actual director de la ETE, el coronel Félix Isaías Antonio López, quien huyendo de la aguda pobreza en su natal Intibucá decide entrar al Ejército en 1976 como soldado de tropa y en un afán de superación logra coronar una carrera universitaria y escalar como oficial hasta convertirse en fundador y director de la Escuela Técnica. Esas oportunidades son las mismas que hoy las Fuerzas Armadas de Honduras les abren y ofrecen a miles de jóvenes hondureños que aspiran a salir de la pobreza, servir a la patria y abrirse campo en el mundo de las ciencias militares.
Los tiempos de la Guerra Fría quedaron atrás y el soldado hondureño dejó de ser el rudo gorila a quien la sociedad temía. Hoy las Fuerzas Armadas se han nutrido de una nueva generación de soldados mucho más preparados, formados técnica y profesionalmente en los diferentes campos y respetuosos de los derechos humanos.
La tropa
De acuerdo con el último atlas comparativo de Red de Seguridad y Defensa de América Latina (Resdal), Honduras contaba en 2014 con más de 15,500 soldados en sus tres principales ramas, a las cuales se suman hoy cerca de 3,000 miembros de la Policía Militar de Orden Público.
La de Honduras es la tercera fuerza militar de la región, solo atrás de El Salvador y Guatemala con 25,000 y 24,000 elementos, respectivamente.
Lenín González, portavoz de las FF AA, destacó que actualmente los miembros del Ejército, la Fuerza Naval, la Fuerza Aérea cumplen 38 misiones especiales, siendo sus principales las que les asigna la Constitución de la República de defender la integridad y la soberanía del territorio, mantener la paz, el imperio de la Constitución y los principios de libre sufragio y la alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia de la República.
El oficial comentó que los miembros de las FF AA prestan apoyo a las diferentes instituciones del Estado en materia de salud, protección de los bosques, educación y últimamente en aspectos de seguridad pública a través de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional (Fusina) y la Policía Militar.
También colabora con los Ejércitos de Guatemala, El Salvador y Nicaragua en seguridad transfronteriza por medio de las Fuerzas Maya -Chortí, Lenca-Sumpul y Morazán-Sandino.
Mejores beneficios
Por otro lado, hoy el soldado hondureño, que este 3 de octubre celebra su día, cuenta con mejores beneficios: salario mínimo (7,500 lempiras), seguro médico, alimentación, techo, educación, formación vocacional mediante el aprendizaje de diversos oficios en el ET, seguro de vida y reserva laboral, entre otros.
González resaltó que hay oportunidades de educación secundaria, universitaria, técnica y en el aprendizaje de diversos idiomas en el Centro de Lenguas de las FF AA en donde imparten clases de inglés y mandarín avanzados.
Asimismo, destacó la inclusión plena de la mujer en la carrera militar, ya que actualmente 2,297 prestan su servicio militar, de las cuales 234 son oficiales.
Tras concluir su ciclo común en su natal Guajiquiro, en el departamento de La Paz, su abuelo le planteó dos escenarios: “O te haces perito mercantil o te convertís en maestro”.
Pero Mister Eddil López, entonces de 18 años, resolvió sin titubear abrazar la carrera de las armas. Once años han pasado desde esa trascendental decisión y hoy este joven soldado de piel curtida por el sol y de marcados rasgos lencas es un sobresaliente oficial que se desempeña como comandante del cuerpo de estudiantes de la Escuela Técnica del Ejército (ETE), la tercera institución vocacional castrense más importante del continente.
La de Eddil López es una historia de superación. Comenzó como soldado raso en la Academia Militar Francisco Morazán, continuó sus estudios secundarios en el colegio del Primer Batallón de Infantería y luego prosiguió su preparación superior hasta graduarse de subteniente y licenciado en Ciencias Militares. “Las oportunidades en el Ejército están ahí y existen y cuando uno tiene el deseo de superación no importa si cuenta o no con el apoyo de su familia”, relató López al equipo de LA PRENSA.
Su relato se asemeja a la del actual director de la ETE, el coronel Félix Isaías Antonio López, quien huyendo de la aguda pobreza en su natal Intibucá decide entrar al Ejército en 1976 como soldado de tropa y en un afán de superación logra coronar una carrera universitaria y escalar como oficial hasta convertirse en fundador y director de la Escuela Técnica. Esas oportunidades son las mismas que hoy las Fuerzas Armadas de Honduras les abren y ofrecen a miles de jóvenes hondureños que aspiran a salir de la pobreza, servir a la patria y abrirse campo en el mundo de las ciencias militares.
Los tiempos de la Guerra Fría quedaron atrás y el soldado hondureño dejó de ser el rudo gorila a quien la sociedad temía. Hoy las Fuerzas Armadas se han nutrido de una nueva generación de soldados mucho más preparados, formados técnica y profesionalmente en los diferentes campos y respetuosos de los derechos humanos.
 56,000 dólares le cuesta a las Fuerzas Armadas de Honduras la formación de un solo soldado, durante los seis meses que dura el adiestramiento militar.
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De acuerdo con el último atlas comparativo de Red de Seguridad y Defensa de América Latina (Resdal), Honduras contaba en 2014 con más de 15,500 soldados en sus tres principales ramas, a las cuales se suman hoy cerca de 3,000 miembros de la Policía Militar de Orden Público.
La de Honduras es la tercera fuerza militar de la región, solo atrás de El Salvador y Guatemala con 25,000 y 24,000 elementos, respectivamente.
| 2,297
Mujeres soldados
Forman parte de las Fuerzas Armadas de Honduras en las diferentes ramas de la institución castrense, de las cuales 234 son oficiales graduadas
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El oficial comentó que los miembros de las FF AA prestan apoyo a las diferentes instituciones del Estado en materia de salud, protección de los bosques, educación y últimamente en aspectos de seguridad pública a través de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional (Fusina) y la Policía Militar.
También colabora con los Ejércitos de Guatemala, El Salvador y Nicaragua en seguridad transfronteriza por medio de las Fuerzas Maya -Chortí, Lenca-Sumpul y Morazán-Sandino.
Mejores beneficios
Por otro lado, hoy el soldado hondureño, que este 3 de octubre celebra su día, cuenta con mejores beneficios: salario mínimo (7,500 lempiras), seguro médico, alimentación, techo, educación, formación vocacional mediante el aprendizaje de diversos oficios en el ET, seguro de vida y reserva laboral, entre otros.
González resaltó que hay oportunidades de educación secundaria, universitaria, técnica y en el aprendizaje de diversos idiomas en el Centro de Lenguas de las FF AA en donde imparten clases de inglés y mandarín avanzados.
Asimismo, destacó la inclusión plena de la mujer en la carrera militar, ya que actualmente 2,297 prestan su servicio militar, de las cuales 234 son oficiales.
