'El 40% de los capturados por extorsión son menores'

Tegucigalpa, Honduras.

Los grupos criminales dedicados a la extorsión han buscado evolucionar en Honduras cobrando extorsiones millonarias a grandes empresas, confirmó el teniente coronel Amílcar Hernández Hernández, jefe nacional de la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA).

Hernández aseguró además que ha crecido el uso de menores y mujeres por parte de los grupos de extorsión, habló sobre el problema de la infiltración de delincuentes en el sector transporte y confirmó que la mara Salvatrucha (MS-13) y la pandilla 18 son las dos organizaciones criminales al frente de la mayoría de extorsiones en el país.
Agregó que entre el 80% y 85% de las extorsiones en el territorio hondureño son ordenadas desde los centros penales.

Durante una entrevista exclusiva con Diario LA PRENSA el jefe de la FNA también reveló que la pandilla 18 se enfoca en extorsionar a grandes empresas.

Un 80% de extorsiones es por maras. Un 20% son extorsionadores independientes, que de igual forma, al momento de amenazar a sus víctimas se hacen pasar siempre por miembros de maras, porque son los que mayor temor provocan en la población.

En cuanto a extorsión, la pandilla 18 tiene una mayor incidencia. La mara MS más que todo se dedica a extorsionar al sector transporte. Mientras que la pandilla 18 sí extorsiona a los diferentes negocios, principalmente en las zonas donde ellos se ubican. Si hay una diferencia en ese sentido, en quién delinque más, tenemos más problemas con la pandilla 18.

Últimamente la pandilla 18 se enfoca en las empresas de tipo corporativo, de las cuales hemos tenidos las respectivas denuncias y hemos dado las atenciones debidas capturando a las personas, a los autores materiales. Durante las investigaciones nos hemos dado cuenta que estas mismas instrucciones vienen de los jefes de las pandillas desde los centros penales, principalmente de los que se encuentran en el Distrito Central, San Pedro Sula, El Progreso y La Ceiba.

Ellos valoran el tipo de empresa que están extorsionando. Algunas exigencias han sido millonarias, pero la mayoría de estas empresas grandes tienen como política no negociar con delincuentes. Nosotros de oficio investigamos y hemos dado con estas personas, pero sí descubrimos que cuando ellos saben que las empresas son grandes, las cantidades exigidas son mayores y en algunos casos millonarias.

El transporte por la infiltración de muchos miembros de maras en este sector. Hay conductores, ayudantes y despachadores que están involucrados y esto les facilita poder ejecutar la extorsión y evita también que los propietarios denuncien por el mismo temor. Ahí es donde encontramos el mayor obstáculo para ayudar a este rubro de una forma más efectiva. En el resto de empresas afectadas se combate más efectivamente a las personas que extorsionan, porque no hay tanta infiltración.

Sí. La FNA lleva unos 23 policías capturados y seis militares por estar vinculados al delito de la extorsión. Como aquí estamos en una unidad interagencial no hacemos ninguna distinción. Si un policía o militar se encuentra extorsionando es capturado como cualquier delincuente. Así lo hemos hecho y así lo seguiremos haciendo.

Bueno, sí. En Guatemala y El Salvador se dieron los primeros casos. En Honduras se dio después. Las modalidades han sido prácticamente las mismas. Hemos visto un cambio en los blancos, en los sectores, pero la forma de operar es la misma. Utilizando principalmente los teléfonos, las cartas de extorsión y las visitas de miembros de sus pandillas.

La mayoría de capturados por extorsión son adultos, pero entre 30% y 40% de los casos son menores de edad. Esta es una estrategia de grupos criminales porque saben que la ley es menos dura con los menores, que no van a un centro de reclusión, van a centro de rehabilitación, de donde muchas veces estas personas salen con mucha facilidad y ese sí es un problema. Los menores son usados en la parte material de la comisión del delito. Nuestro objetivo siempre es identificar y detener, además del menor, también a los adultos que están detrás del delito. Hemos confirmado que muchos ya están en los centros penales y desde ahí dan órdenes. El uso de mujeres también se ve mucho, más que todo en estructuras donde los líderes están en la cárcel.

Según estadísticas y diferentes casos que llevan los agentes, estimamos que entre 80% y 85% de instrucciones de extorsión salen de los presidios, ya que quienes más extorsionan en el país son las maras y en estas estructuras sabemos que el liderazgo se mantiene aunque los individuos estén presos o en libertad.