San Pedro Sula. A su paso por el territorio nacional, el segundo frente frío de la temporada cobró una víctima mortal por las fuertes lluvias.
La víctima es José Reinaldo Amado (17), originario de la comunidad de Armenia, Olanchito. Su cuerpo fue encontrado ayer por elementos del Cuerpo de Bomberos de ese sector.
Roberto Núñez, jefe bomberil en Olanchito y Sabá, informó que la muerte del joven fue por ahogamiento luego de que este se lanzara el pasado martes al río Jaguaca y fuera arrastrado por las fuertes corrientes.
Los departamentos más afectados por el frente frío, según los reportes, son Colón y Atlántida, por lo que la alerta roja se mantendrá para ambos 24 horas más.
Hasta ayer, el informe de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) indicó que el total de personas incomunicadas en estos departamentos sumaba 24 mil; entre tanto, 936 fueron evacuadas de varias comunidades de Atlántida, Colón, Cortés y Yoro debido a las inundaciones y deslaves provocados por la vulnerabilidad frente a las lluvias de las últimas horas.
Según Copeco, cinco viviendas fueron afectadas y dos quedaron destruidas por las inundaciones. Un puente se dañó y el sistema eléctrico se averió en 16 comunidades.
Florentino Martínez, coordinador del Comité de Emergencia Municipal en La Ceiba, confirmó que los dos pescadores que se habían perdido en Tela el pasado martes fueron encontrados a salvo, por lo que la cifra de desaparecidos se mantuvo en cero.
Martínez señaló que, en cuanto a infraestructura, el mayor problema se presentó en Colón, donde el paso desde La Ceiba se mantuvo cerrado más de 12 horas debido al daño en el bordo del puente de Planes. Los pobladores se vieron obligados a utilizar escaleras para pasar por el viaducto.
El acceso fue habilitado de nuevo ayer aproximadamente a las 5:40 pm gracias a los trabajos de reparación del personal de la empresa Standard Fruit de Honduras. En Colón, el sector más afectado fue la aldea La Prieta, donde se reportaron unas 200 familias evacuadas a causa de las inundaciones provocadas por el río Aguán. Los afectados salvaron algunas pertenencias que sacaron a la carretera principal CA-13. Las inundaciones se presentaron en otras aldeas, como Potrerillos, Isletas, Ceibita y La Curva, en Colón, y Nuevo Meléndez, en Yoro.
Rommel Barralaga, jefe regional de Copeco, detalló que el caudal obstruyó el paso al municipio de Arenal y las comunidades de El Ocote y Campo El Cayo, en Yoro.
Derrumbes
Carlos Peña, teniente del Cuerpo de Bomberos de La Masica, informó que la carretera principal de este municipio se dañó por un derrumbe y solo se está utilizando un carril.
Los derrumbes afectaron otras comunidades de la zona norte. En La Ceiba fueron evacuadas y llevadas a albergues unas 36 personas de las comunidades de Perú y Cordimariana. Las medidas emitidas por Copeco se mantendrán hasta que se reduzcan las precipitaciones. El acceso marítimo para los tres niveles de embarcaciones y el acceso aéreo se mantendrán cerrados al menos hasta mañana.
Copeco informó que se espera una reducción considerable de las lluvias entre hoy y mañana, pero aconseja precaución.
Valle de Sula
En los municipios de Choloma y Puerto Cortés, las fuertes lluvias hicieron caer árboles; los pobladores y autoridades locales se mantienen pendientes de los nuevos pronósticos de Copeco.
En Omoa, los bomberos y la Cruz Roja evacuaron de la barra del Motagua a unas siete familias, que regresaron ayer a sus hogares.
Moisés Castro, representante del Codem en Omoa, dijo que la barra del Motagua ya es considerada zona vulnerable, por lo que siempre están pendientes de cualquier emergencia.
“Lo que nos tiene preocupados es la acumulación de desechos que arrastra el río Motagua desde Guatemala a nuestras playas. Hay toneladas de desperdicios médicos que ponen en peligro a los pobladores que habitan las costas, principalmente los niños”, agregó Castro.
En los municipios de Yoro, después de más de 12 horas de lluvia continua, la calma retornó. Las zonas más perjudicadas fueron El Negrito y Santa Rita.
Marvin Perdomo, coordinador del Codem de El Progreso, informó que gracias a que ayer mejoró el tiempo los habitantes de las zonas afectadas por el desbordamiento de quebradas ya normalizaron sus actividades.
Maquinaria y personal de la Municipalidad trabajaron la noche del martes para reducir el azolvamiento de los cauces naturales de los afluentes de agua que bajan de la montaña Mico Quemado. El teniente Julio Martínez, del Cuerpo de Bomberos de El Progreso, dijo que mantienen un monitoreo permanente del nivel del río Ulúa.
