No es necesario preguntarle a la población si quiere o no la depuración policial, ya que este es un clamor popular, sostiene German Leitzelar, diputado del Pinu (Partido de Innovación y Unidad).
El legislador amplió que el Congreso tiene que analizar si lo que se pide (la pregunta de la consulta) está en el marco constitucional y en contexto de la forma de gobierno del país y será la mayoría calificada (86 votos) del Congreso la que aprobará o improbará la consulta.
También calificará la pregunta que se hará y de cómo se va a preguntar. El otro tema, según Leitzelar, es que el plebiscito y el referéndum deben realizarse simultáneamente con las elecciones generales en una boleta especial que deben firmar los ciudadanos para responder a la pregunta que se haga, porque hacer plebiscitos y referéndum al margen de los procesos electorales se convertirían en unas figuras antieconómicas.
Las preguntas
En cuanto a las preguntas que se deben formular precisó que deben ser de alto interés nacional; por un lado está el referéndum, que sirve para la ratificación o no de leyes que el Congreso emita; y está el plebiscito, que es para hacer consultas sobre temas no regulados en la ley, por ejemplo, legalizar el aborto, que puede llevar a una discusión nacional a través de una consulta.
En cuanto al tema de la depuración policial, Leitzelar estima que “no es necesario un plebiscito si es un clamor popular que más bien las autoridades estamos obligadas a darle los trámites adecuados para que se logre ese proceso”.
Nuevo proyecto de leyLa depuración policial ya se inició con el primer proceso que, si bien la Corte Suprema lo declaró inconstitucional, es un decreto ya fenecido, porque no era una ley permanente sino temporal, que tuvo sus efectos y su vencimiento el 25 noviembre de 2012. Ahora en el Congreso hay un nuevo proyecto de ley que se revisará con la intención de que no tenga las situaciones que generaron la declaratoria de inconstitucionalidad, puntualizó.
“El país tiene otras prioridades”: Ramos Soto
El diputado nacionalista Oswaldo Ramos Soto estima que no es el momento apropiado para la práctica de un plebiscito porque hay otras prioridades en el país, específicamente en salud, educación y seguridad. “La carreta delante de los caballos”, manifestó Ramos Soto, pues a su criterio lo primero que se requiere para que pueda consultársele al pueblo es que la ley esté aprobada y una vez que la ley esté aprobada, podrán hacerse las consultas”.
Enseguida afirmó que “sería inaudito que se haga una consulta cuando no hay dinero para la compra de medicinas para los hospitales, para los enfermos de cáncer, para las personas que adolecen de insuficiencia renal.
Tampoco hay dinero para pagar a los empleados públicos; además, la situación en salud, educación infraestructura de carreteras, telecomunicaciones, agua potable y alcantarillado, anda deficiente por la falta de recursos y se han tenido que emitir bonos en el Congreso para poder satisfacer estas necesidades económicas”, continuó Ramos Soto. El congresista dijo estar de acuerdo con que se apruebe la La Ley del Plebiscito porque para ello se hizo la reforma constitucional, pero es muy caro hacer un plebiscito en el momento en que las finanzas del Estado pasan por una situación muy difícil.
En el caso de la depuración de la policía, expresó que la ley que fue aprobada por el Congreso ya terminó su vigencia, “ahora hay que establecer un diálogo entre el presidente de la República, las autoridades de Seguridad, la Secretaría de Defensa, el Congreso y el Poder Judicial, para buscar procedimientos expeditos, pero que se respeten los derechos humanos de las personas”
