Tegucigalpa, Honduras.
La actual cúpula de mando de la Policía Nacional será sometida en los próximos días a nuevas pruebas del polígrafo, toxicológicas y patrimoniales como parte de las investigaciones que se realizan para determinar su supuesta vinculación con estructuras criminales del país.
El actual director general José David Aguilar Morán, el subdirector Orbin Alexis Galo Maldonado y el Inspector general Orlin Cerrato Cruz están siendo investigados luego de que en enero pasado trascendiera la supuesta vinculación del primero con el capo de la droga Wilter Blanco, extraditado a Estados Unidos.
Un cable de la agencia Associated Press, publicado el 26 de enero anterior, señaló que Aguilar Morán supuestamente ayudó en 2013 al mencionado líder del cartel de las drogas a concretar la entrega de un importante cargamento de cocaína.
Según el artículo, el cargamento de 780 kilos (1,700 libras) de cocaína estaba escondido en un camión cisterna que era escoltado por agentes corruptos hasta la casa de Wilter Blanco, a quien recientemente condenaron a 20 años de prisión en el estado de Florida.
Investigación
A raíz de esta delicada denuncia, la Comisión Especial de Depuración de la Policía Nacional ordenó una investigación para que los jerarcas policiales que ocupan los tres principales cargos de la estructura de mando fueran sometidos a un proceso de revaluación para determinar su idoneidad y continuidad en el cargo.
Cabe recordar que Aguilar Morán, Galo Maldonado y Cerrato Cruz asumieron sus cargos en enero pasado.
LA PRENSA conoció que la Comisión de Depuración solicitó información de los oficiales antes mencionados a varias agencias antidrogas y de combate al delito de Estados Unidos, así como también la Dirección Nacional de Investigación e Inteligencia (DNII), el Ministerio Público, la Corte Suprema de Justicia y otras instituciones públicas.
Sin embargo, hasta ahora no ha surgido nueva información que los vincule con actividades ilícitas o de crimen organizado.
Alberto Solórzano, miembro de la Comisión Depuradora, confirmó a LA PRENSA que la información recibida hasta este momento de Estados Unidos y de otras instituciones del Estado hondureño no revelan la participación de los tres jerercas policiales en actividades ilícitas o de crimen organizado, es decir, que hasta ahora “están limpios”.
No obstante, están pendientes de someterse a nuevas pruebas de evaluación, entre ellas la del polígrafo, psicométrica, toxicológica y patrimonial, lo cual se efectuará en los próximos días.
Para darle mayor transparencia al proceso se pedirá que las pruebas sean hechas por un órgano independiente, que en este caso podría ser la embajada americana u otra organización no estatal.
La revaluación de los oficiales contempló la elaboración de una matriz, en base con la cual se elaborará un informe que será enviado a consideración al Presidente de la república.
Solórzano confirmó a este diario que esperan concluir el proceso de investigación en las próximas semanas y que una vez terminado también se rendirá un informe con las respectivas recomendaciones al pueblo hondureño.
La actual cúpula de mando de la Policía Nacional será sometida en los próximos días a nuevas pruebas del polígrafo, toxicológicas y patrimoniales como parte de las investigaciones que se realizan para determinar su supuesta vinculación con estructuras criminales del país.
El actual director general José David Aguilar Morán, el subdirector Orbin Alexis Galo Maldonado y el Inspector general Orlin Cerrato Cruz están siendo investigados luego de que en enero pasado trascendiera la supuesta vinculación del primero con el capo de la droga Wilter Blanco, extraditado a Estados Unidos.
Un cable de la agencia Associated Press, publicado el 26 de enero anterior, señaló que Aguilar Morán supuestamente ayudó en 2013 al mencionado líder del cartel de las drogas a concretar la entrega de un importante cargamento de cocaína.
Según el artículo, el cargamento de 780 kilos (1,700 libras) de cocaína estaba escondido en un camión cisterna que era escoltado por agentes corruptos hasta la casa de Wilter Blanco, a quien recientemente condenaron a 20 años de prisión en el estado de Florida.
Investigación
A raíz de esta delicada denuncia, la Comisión Especial de Depuración de la Policía Nacional ordenó una investigación para que los jerarcas policiales que ocupan los tres principales cargos de la estructura de mando fueran sometidos a un proceso de revaluación para determinar su idoneidad y continuidad en el cargo.
Cabe recordar que Aguilar Morán, Galo Maldonado y Cerrato Cruz asumieron sus cargos en enero pasado.
LA PRENSA conoció que la Comisión de Depuración solicitó información de los oficiales antes mencionados a varias agencias antidrogas y de combate al delito de Estados Unidos, así como también la Dirección Nacional de Investigación e Inteligencia (DNII), el Ministerio Público, la Corte Suprema de Justicia y otras instituciones públicas.
Sin embargo, hasta ahora no ha surgido nueva información que los vincule con actividades ilícitas o de crimen organizado.
Alberto Solórzano, miembro de la Comisión Depuradora, confirmó a LA PRENSA que la información recibida hasta este momento de Estados Unidos y de otras instituciones del Estado hondureño no revelan la participación de los tres jerercas policiales en actividades ilícitas o de crimen organizado, es decir, que hasta ahora “están limpios”.
No obstante, están pendientes de someterse a nuevas pruebas de evaluación, entre ellas la del polígrafo, psicométrica, toxicológica y patrimonial, lo cual se efectuará en los próximos días.
Para darle mayor transparencia al proceso se pedirá que las pruebas sean hechas por un órgano independiente, que en este caso podría ser la embajada americana u otra organización no estatal.
La revaluación de los oficiales contempló la elaboración de una matriz, en base con la cual se elaborará un informe que será enviado a consideración al Presidente de la república.
Solórzano confirmó a este diario que esperan concluir el proceso de investigación en las próximas semanas y que una vez terminado también se rendirá un informe con las respectivas recomendaciones al pueblo hondureño.
