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Cisma en Iglesia de occidente por política, negocios y mujeres

  • 27 mayo 2013 /

Rendición de cuentas pide el obispo Andino a monseñor Luis Santos.

Desobediencia de sacerdotes al obispo, manipulación de la feligresía, ataques físicos, un faltante de dos millones setecientos mil lempiras y denuncias de curas implicados en negocios, en política y hasta en relaciones sentimentales golpean y dividen a la monseñor Luis Alonso Santos estaba al frente de la diócesis.

Habla Andino

Andino exigió que se aclare cuál fue el destino que tuvieron 2,700,000 lempiras de cinco millones que se cobraron por la venta del
terreno del Seminario Menor Los ángeles a las Fuerzas Armadas.

“Me pregunto: ¿qué se hizo con ese dinero, ¿se invirtió en algo de la diócesis?

Son preguntas que debe responder monseñor Santos porque él era el obispo. Hay una parte de dinero que ya se aclaró dónde está y otra parte que no aparece. Son 2,700,000 lempiras, cuyo paradero
debe justificarse.

Por eso se hará una auditoría de lo que él -Santos- dice que invirtió en dos edificios de la diócesis, pero de la cual no se ha encontrado ninguna documentación.
Monseñor Santos me ha dicho que justificará el paradero de ese dinero junto a un abogado.

Yo espero que él dé un informe, porque porque tengo que dejar esto -las finanzas- en orden”, dijo Andino.

LA PRENSA buscó la reacción de monseñor Luis Santos, pero ni en la oficina de Cáritas, donde ahora vive, ni en sus celulares se logró localizarlo.

Crisis

Desde su llegada a la diócesis, el obispo Andino dice que tuvo claro que había que trabajar por la gente y no pensando en colores o partidos políticos.

“Yo no he venido a destruir nada de lo que hizo monseñor Santos, como me han acusado estos sacerdotes. Yo tengo mi personalidad, monseñor Santos tiene la de él.

Yo tengo mi carácter, mi modo de trabajar, los dos hemos recibido la misma formación, no es que él recibió una y yo recibí otra, sino que es la misma enseñanza de la Iglesia.

Yo vengo a fortalecer
la Iglesia, a innovar y a dejarme guiar por el Espíritu Santo para hacer la voluntad de Dios”, señaló Andino.

Como parte de la transformación de la diócesis, el obispo decidió el traslado de cinco sacerdotes, cambios que él asegura que eran necesarios.

“El obispo tiene una visión de la diócesis, no como el párroco que solo ve por su parroquia. Esos cambios me generaron acusaciones: dijeron que vengo a destruir a las etnias, que estoy aliado con el poder económico de Honduras y aquí en Santa Rosa de Copán yo no miro ni un poderoso, lo que miro y con quien me encuentro es con la gente.

No está en mí ni en mi boca apoyar a ningún partido político, yo vengo en nombre de la Iglesia. Hasta monseñor Santos me vincula con los poderosos, dice que como con los poderosos y no sé con qué poderosos”, explicó Andino.

Rebeldía

Las tomas de iglesias y acciones de rebeldía se viven, principalmente,| en dos parroquias: en la de La Campa y en Lepaera, Lempira, donde los sacerdotes de estos templos se niegan a salir.
“A los sacerdotes de Lepaera y de La Campa yo les recuerdo que ellos hicieron una promesa de obediencia, dijeron prometo, entonces yo los llamo a la obediencia y también a que desistan de poner a la gente contra mí”, señaló Andino.

El punto más álgido de este enfrentamiento se produjo el 14 de mayo en la celebración de San Matías en La Campa cuando se impidió que el obispo Andino ingresara al templo.

“No se justifica bajo ningún punto que un sacerdote impida al Obispo entrar a una iglesia, cuando el responsable de todas las parroquias es el obispo.

Impidieron el paso con garrotes. Golpearon a algunas personas. No se concibe que hermanos en la fe golpeen a otros hermanos, eso quiere decir mucho, habla en qué situación estamos”, apuntó Andino.

La división que hay en las parroquias, asegura el obispo, se genera por la política que desde la Iglesia se impulsa en las comunidades.

“Es la política la que ha divido a toda la zona. Ellos me han acusado de que vengo a exterminar a
la Resistencia
, que cuando visito una parroquia llevo bombas, que llevo a
toda la Policía, y eso es falso”, aseguró.

Situaciones oscuras

En la reciente misa que se celebró en Santa Rosa durante la vigilia de Pentecostés, monseñor Andino señaló que los problemas que se daban con los sacerdotes en la diócesis obedecían a tres factores: mujeres, dinero y política.

A criterio de Andino, los sacerdotes involucrados en esas relaciones sentimentales
ya se fueron de la Iglesia, “y no porque yo los saqué, sino porque cuando yo llegué ya no estaban.
Pero salieron por esos motivos”.

Respecto a los asuntos de dinero, Andino aseveró: “Estoy exigiendo la contabilidad en todas las parroquias porque los sacerdotes tienen prohibido por el derecho canónico que tengan negocios propios, eso lo sabe todo sacerdote”.

En lo relacionado con la política, apuntó: “También es prohibido que estén vinculados con partidos políticos, porque los sacerdotes son para todas las personas, no para un grupo y no para un color”.

Andino añadió: “Los sacerdotes dicen que yo los difamo,
pero no es así, tiene que aparecer la verdad, sino aparece la verdad no podemos construir entre mentiras, entre falsedades, engaños y manipulación. Aquí si no aparece Jesucristo perdemos el tiempo, porque la Iglesia tiene que predicar a Jesucristo porque la Iglesia no es de ningún partido político”,
puntualizó.

Lo que dijo Luis Santos

Una vez que trascendió la denuncia de Andino sobre el paradero desconocido de los 2,700,000 lempiras de la venta del terreno, Santos dijo la semana anterior a los medios: “No sé por qué monseñor Darwin lanza eso a la opinión pública nacional e internacional, ha dado pábulo a una serie de críticas de gente que ni siquiera son periodistas.

No me va a juzgar un medio de comunicación ni tampoco monseñor Darwin. A mí el papa emérito Benedicto XVI me nombró administrador apostólico de la diócesis desde que cumplí los 75 años, pero vivo pobremente, no me he enriquecido en los 27 años que viví en Santa Rosa.

Además, no le tengo miedo ni a la muerte, ni a las auditorías, ni a los periodistas. No soy ladrón ni mentiroso”.

La diócesis de occidente

Jurisdicción Es la diócesis más grande del país y comprende los departamentos de Copán, Ocotepeque, Santa Bárbara, Lempira e Intibucá. Cuenta con 44 parroquias, 55 sacerdotes, 50 religiosas, 13 frailes. Fue erigida diócesis en el año 1916, separándose de la Diócesis de Comayagua.

Extensión La diócesis comprende una extensión territorial de 17,360 4 km2
y una población de más de un millón de habitantes. Es la que tiene las comunidades más pobres del país, donde un 70% de las carreteras son de tierra
y por lo tanto difíciles de transitar durante la época lluviosa.

División En 1990, monseñor Luis Alfonso Santos decidió dividir la diócesis en vicarías episcopales, actualmente cuenta con seis vicarías y 44 parroquias. Las vicarías son las de Copán, Intibucá, Santa Bárbara, Ocotepeque, Lempira Norte y Lempira Sur. La Iglesia en materia
pastoral trabaja con las comunidades eclesiales de base.

Obispado El Palacio Obispal se construyó entre los años 1934-1935 en el barrio El Centro de Santa Rosa.
El primer obispo que se ubicó en él fue monseñor Ángel María Navarro. En 1960 en este edificio se fundó el Colegio Salesiano de Segunda Enseñanza Santo Domingo Savio, mediante gestiones del obispo Héctor Enrique Santos Hernández.