San Pedro Sula, Honduras.
La construcción del centro penal de Naco se reanudará en los próximos días, después de cinco meses de permanecer paralizada.
La decisión se tomó luego de una reunión entre los miembros de la Fundación Proconstrucción que lidera el obispo Rómulo Emiliani, representantes del Gobierno y la Tasa de Seguridad.
En esa reunión se acordó que el proyecto seguirá y costará unos millones más por las modificaciones al diseño hechas por el Instituto Nacional Penitenciario.
La construcción del nuevo presidio en La Acequia, Quimistán, Santa Bárbara, inició en junio de 2013 por iniciativa de la Fundación; en ese momento, por el comité proconstrucción.
Desde esa fecha se ha paralizado la edificación en varias ocasiones, la última en septiembre del 2015.
Para reactivar la obra, el Gobierno puso prácticamente como condición que sea otra compañía, no la que construye actualmente, la que ejecute las obras adicionales como aduanas, portones y barracas de los policías.
Modificaciones
Además, contrataron ingenieros y arquitectos para diseñar las modificaciones al plano original cumpliendo lo que el Instituto Penitenciario recomienda.
A la Fundación le correspondió hacer un inventario de todos los materiales en existencia, lo que estaba contratado y pagado.
En esa reunión se acordó que se seguirán traspasando los fondos, la Fundación seguirá a cargo del proyecto, pero la coordinación estará a cargo de Luis Fernando Suazo, quien fungirá como enlace entre el Gobierno, el tazón y la Fundación.
Rafael Flores, miembro de la Fundación, dice que los costos de la obra aumentará varios millones por los cambios que el Instituto Nacional Penitenciario pide.
“Nosotros como Fundación terminamos nuestro trabajo una vez finalice el proyecto y lo entregamos al Instituto Nacional Penitenciario. Lo que nos interesa es que la obra se termine”, manifestó.
El presidente de la Fundación, monseñor Rómulo Emiliani, detalló que mañana en una conferencia de prensa se dará a conocer todos los avances del proyecto, y como se trabajará. “Se está renovando el diseño original con aportes del Instituto Penitenciario y así será más efectiva la construcción” indicó.
Una vez quede definido el diseño se trasladarán los fondos, especificó el prelado. A juicio de Emiliani, la obra aumentará en unos 60 millones de lempiras y mostró su preocupación porque la paralización de los trabajos, por cinco meses, representa empezar de nuevo. Hay que hacer obras de limpieza y gastos que no serían necesarios si la obra tuviera continuidad.
Desembolsos
Mario Perdomo, gerente administrativo de la Fundación, manifestó que son dos resoluciones las que ha emitido el Consejo Nacional de Seguridad, de los cuales el Comité Técnico del Fideicomiso de la Tasa de Seguridad Poblacional ha desembolsado L110 millones.
La primera resolución fue traspasar a la fundación L60 millones en tres desembolsos de L20 millones cada uno. La segunda fue por L120 millones, pero solo se han desembolsado L50 millones, quedando pendientes L70 millones.
La construcción del centro penal de Naco se reanudará en los próximos días, después de cinco meses de permanecer paralizada.
La decisión se tomó luego de una reunión entre los miembros de la Fundación Proconstrucción que lidera el obispo Rómulo Emiliani, representantes del Gobierno y la Tasa de Seguridad.
En esa reunión se acordó que el proyecto seguirá y costará unos millones más por las modificaciones al diseño hechas por el Instituto Nacional Penitenciario.
La construcción del nuevo presidio en La Acequia, Quimistán, Santa Bárbara, inició en junio de 2013 por iniciativa de la Fundación; en ese momento, por el comité proconstrucción.
Desde esa fecha se ha paralizado la edificación en varias ocasiones, la última en septiembre del 2015.
Para reactivar la obra, el Gobierno puso prácticamente como condición que sea otra compañía, no la que construye actualmente, la que ejecute las obras adicionales como aduanas, portones y barracas de los policías.
Modificaciones
Además, contrataron ingenieros y arquitectos para diseñar las modificaciones al plano original cumpliendo lo que el Instituto Penitenciario recomienda.
A la Fundación le correspondió hacer un inventario de todos los materiales en existencia, lo que estaba contratado y pagado.
En esa reunión se acordó que se seguirán traspasando los fondos, la Fundación seguirá a cargo del proyecto, pero la coordinación estará a cargo de Luis Fernando Suazo, quien fungirá como enlace entre el Gobierno, el tazón y la Fundación.
Rafael Flores, miembro de la Fundación, dice que los costos de la obra aumentará varios millones por los cambios que el Instituto Nacional Penitenciario pide.
“Nosotros como Fundación terminamos nuestro trabajo una vez finalice el proyecto y lo entregamos al Instituto Nacional Penitenciario. Lo que nos interesa es que la obra se termine”, manifestó.
El presidente de la Fundación, monseñor Rómulo Emiliani, detalló que mañana en una conferencia de prensa se dará a conocer todos los avances del proyecto, y como se trabajará. “Se está renovando el diseño original con aportes del Instituto Penitenciario y así será más efectiva la construcción” indicó.
Una vez quede definido el diseño se trasladarán los fondos, especificó el prelado. A juicio de Emiliani, la obra aumentará en unos 60 millones de lempiras y mostró su preocupación porque la paralización de los trabajos, por cinco meses, representa empezar de nuevo. Hay que hacer obras de limpieza y gastos que no serían necesarios si la obra tuviera continuidad.
Desembolsos
Mario Perdomo, gerente administrativo de la Fundación, manifestó que son dos resoluciones las que ha emitido el Consejo Nacional de Seguridad, de los cuales el Comité Técnico del Fideicomiso de la Tasa de Seguridad Poblacional ha desembolsado L110 millones.
La primera resolución fue traspasar a la fundación L60 millones en tres desembolsos de L20 millones cada uno. La segunda fue por L120 millones, pero solo se han desembolsado L50 millones, quedando pendientes L70 millones.
