Tegucigalpa, Honduras.
El jueves 21 de julio será la audiencia inicial contra el recién depurado subcomisario Juan Francisco Sosa.
El expolicía es acusado por desobediencia, atentado, almacenamiento ilegal de equipo policial y almacenamiento ilegal de munición para armas de guerra.
Sosa deberá aclarar todas estas imputaciones frente a un juez con jurisdicción nacional. El Código Penal establece que la pena es de uno a tres años de reclusión a quien desobedezca a una autoridad negándose a dar cumplimento a sentencias, resoluciones u órdenes dictadas dentro de los límites de su competencia.
Mientras que por atentado, establece un año de prisión.
Asimismo, por almacenamiento de armas y almacenamiento de municiones, la pena es de ocho a diez años de cárcel.
El pasado viernes, el exsubcomisario Sosa se atrincheró en su casa por más de cuatro horas, impidiendo a las autoridades que se ejecutara una orden de aseguramiento.
“Solo muerto me podrían sacar de mi casa, la casa es mía”, dijo Sosa a los medios de comunicación ese día, para luego abandonarla ante la intervención del jefe de Tránsito, Leonel Sauceda. Ese mismo día, la Comisión Depuradora determinó cancelarlo.
Según un comunicado de la comisión, Sosa evidenció una conducta impropia para un miembro de la Policía Nacional. Por ahora, el exsubcomisario guarda prisión en la Penitenciaría Nacional de Támara.
El jueves 21 de julio será la audiencia inicial contra el recién depurado subcomisario Juan Francisco Sosa.
El expolicía es acusado por desobediencia, atentado, almacenamiento ilegal de equipo policial y almacenamiento ilegal de munición para armas de guerra.
Sosa deberá aclarar todas estas imputaciones frente a un juez con jurisdicción nacional. El Código Penal establece que la pena es de uno a tres años de reclusión a quien desobedezca a una autoridad negándose a dar cumplimento a sentencias, resoluciones u órdenes dictadas dentro de los límites de su competencia.
Mientras que por atentado, establece un año de prisión.
Asimismo, por almacenamiento de armas y almacenamiento de municiones, la pena es de ocho a diez años de cárcel.
El pasado viernes, el exsubcomisario Sosa se atrincheró en su casa por más de cuatro horas, impidiendo a las autoridades que se ejecutara una orden de aseguramiento.
“Solo muerto me podrían sacar de mi casa, la casa es mía”, dijo Sosa a los medios de comunicación ese día, para luego abandonarla ante la intervención del jefe de Tránsito, Leonel Sauceda. Ese mismo día, la Comisión Depuradora determinó cancelarlo.
Según un comunicado de la comisión, Sosa evidenció una conducta impropia para un miembro de la Policía Nacional. Por ahora, el exsubcomisario guarda prisión en la Penitenciaría Nacional de Támara.
