18/04/2024
01:47 PM

Hondureños hacen milagros para cubrir sus necesidades

El índice de pobreza en el país ya alcanza el 70% de la población, según estimaciones del Fosdeh.

Tegucigalpa, Honduras.

Los altos costos de los productos en el país contra los bajos salarios hacen que la gran mayoría de hondureños se vean obligados a buscar alternativas para suplir sus necesidades.

Según el Banco Central de Honduras (BCH), en julio de este año, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró una variación mensual de 0.76%, superior a la del mismo mes de 2013 que fue de 0.42%, situándose la variación interanual en 6.59% y la acumulada en 5.14%.

El renglón que determinó el comportamiento de la inflación total en el mes fue alimentos y bebidas no alcohólicas, influenciado por el alza en el precio de los frijoles rojos.

Asimismo, incidieron los sectores de transporte por las constantes alzas de los precios de los combustibles, y también afectó los costos en el traslado aéreo de pasajeros. El alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles también han tenido su incidencia por alzas en el precio del suministro de agua y electricidad.

La inflación mensual en las distintas regiones del país se situó entre 0.59% y 1.34%. Las áreas occidental y oriental fueron las que registraron las variaciones más altas de precios con 1.34% y 1.17%, respectivamente, seguidas de las regiones sur con 0.98%, resto central con 0.87%, resto norte con 0.77%, central metropolitana con 0.62% y norte metropolitana con 0.59%.

Realidad

Ante esta situación nada alentadora, LA PRENSA consultó a algunos ciudadanos sobre cómo hacen para mantenerse. Para el caso, Rosa María Ordóñez, capitalina y ama de casa, manifestó que para cubrir ese desfase de su salario con sus gastos le ha tocado solicitar préstamos.

“En estos tiempos el salario no nos ajusta para nada, así que en mi caso lo que me queda es pedir préstamos a los bancos, si no es de esa manera no podría sobrevivir porque el costo de la canasta básica está muy alto”, lamentó Ordóñez.

Aunque ella busca sus propias alternativas, dijo que aun así compra lo más fundamental para su hogar porque esta época no es para adquirir productos que no son tan necesarios.

Igualmente, el ciudadano Edgardo Flores, expuso que aunque él es egresado universitario, el sueldo que recibe es insuficiente para poder realizar planes futuros porque es casi imposible ahorrar.

“Prácticamente, los hondureños estamos sobreviviendo, en mi caso mi economía la llevo al día, por decirlo de alguna manera, pese a tener un grado universitario. Gracias a Dios no he llegado a solicitar préstamos”, explicó Flores. Sin embargo, indicó que la situación actual de la economía en el país impide que pueda ahorrar para tener un respaldo en un futuro.

Disparidad

Adalid Irías, coordinador general de la Asociación de Consumidores y Usuarios de Honduras (Aconsumeh), informó que hay una gran diferencia entre la canasta básica y el salario, lo cual lo ven reflejado en el monitoreo de precios que realizan.

Según Aconsumeh, el valor de la canasta básica general -que incluye 210 productos, entre ellos productos comestibles, servicios públicos, alquiler, gastos médicos- anda en unos L13,000, en cambio, el salario de la mayoría de la población es de L7,400.

“Hay una brecha de inequidad grandísima porque lamentablemente al ritmo que sube el precio de la canasta básica por cuestiones inflacionarias o por acaparamiento va en disparidad terrible con el nivel de ingresos que tiene la mayor parte de la población en el país”, dijo.

Recalcó que la mayor parte de la población gana el salario mínimo e incluso otro sector tiene menos ingresos, lo que viene a agravar la capacidad adquisitiva del pueblo hondureño, por lo que la población se ve en la obligación de recortar el nivel de compra de los productos y eso eleva los índices de pobreza, mayor brecha de inequidad, exclusión y marginalidad, debido a que es la clase de menores ingresos la que sufre el impacto de los altos costos de los productos y servicios, según Irías.

“La experiencia que tenemos en los barrios marginales, allí es otra realidad porque adoptan nuevos hábitos de consumo: antes se comía carne, ahora consumen patas de pollo, hueso de pollo, sopas instantáneas; están disminuyendo el nivel de consumo”, explicó.

Buscan participación

Ante los bajos salarios, Irías reprochó que ninguna asociación de consumidores tiene participación en las negociaciones del salario mínimo, por lo que están abogando para que se incluyan en este proceso.

“Queremos que en la negociación incluyan el índice de precios de esos 210 productos; pero lamentablemente las asociaciones de consumidores no estamos en la etapa de negociación. Estamos en esa lucha”, apuntó. No obstante, dijo que para lograr ese objetivo hay que reformar algunas leyes, como la Ley del Salario Mínimo, ya que ahí se establece con quien se va a negociar el sueldo mínimo.

Universitarios con problemas

Otra situación alarmante es que ahora los egresados de las universidades que buscan trabajo están negociando el salario mínimo promedio, informaron autoridades del Observatorio del Mercado Laboral (OML) de la Secretaría de Trabajo.

“El salario promedio de la economía es de ocho mil lempiras; cuando un profesional egresa de la universidad que quiera ingresar al mercado laboral va a negociar ese salario porque eso es lo que está pagando el sector privado”, dijo Cándido Ordóñez, director del OML.

Explicó que ahora las empresas no buscan tanto un profesional especializado, sino que tengan habilidades socioemocionales o competencias blandas, por lo que aconsejó a que se formen jóvenes en áreas como la industria manufacturera, comercio, servicios sociales y personales que son los call centers.

Ordóñez comunicó que el desempleo abierto es de 141 mil, pero los problemas de empleo rondan los dos millones de hondureños, que son los que están trabajando pero que tiene ingresos que no les permiten cubrir la canasta básica.

“Por eso es que hay alta pobreza porque está muy vinculada a este tipo de trabajo, que es precario”, consideró.

Niveles de pobreza

Raf Flores, subcoordinador del Foro Social de la Deuda Externa de Honduras (Fosdeh), exteriorizó que casi el 65% de los asalariados reciben menos del sueldo mínimo establecido para este año.

Asimismo, indicó que esa cifra coincide con los niveles de pobreza en Honduras, los cuales llegan al 70% de la población hondureña.

“Casi el 65% de los salariados reciben abajo del salario mínimo, o sea que no les cubre el costo de la canasta básica, esto coincide con el índice de pobreza que para nosotros anda alrededor del 70% de la población y de ese porcentaje, el 43% está en extrema pobreza”, informó. De esa misma forma, explicó que la capacidad adquisitiva del lempira va disminuyendo cada día con el deslizamiento de la moneda por el tipo de cambio y la inflación, la cual vaticinó que posiblemente cierre en un 8% como mínimo. “El año base que tiene el BCH es del año 2000 y eso significa que el lempira equivale a 36 centavos, por lo que hay menos capacidad adquisitiva”, concluyó.