Tegucigalpa, Honduras.
Mientras el Congreso Nacional analiza la desaparición de la Dirección de Investigación y Evaluación de la Carrera Policial (DIECP) y la creación de la Dirección de Asuntos Disciplinarios Policiales (Didadpol) como sustituta, el órgano supremo que rectora las pruebas de confianza a todos los operadores de justicia solo existe en papel.
Se trata de la Superintendencia para la Aplicación de Pruebas de Evaluación de Confianza, creada en marzo de 2014 y que hasta la fecha no existe en infraestructura ni mucho menos en reglamento.
La ley responsabiliza a la Secretaría de la Presidencia para elaborar el reglamento. Sin embargo, hace un año lo único que tenían eran borradores presentados al Consejo Nacional de Defensa y Seguridad.
LA PRENSA contactó al secretario encargado de este despacho, Reynaldo Sánchez, pero la comunicación fue infructuosa.
El presidente de la Comisión de Seguridad del Congreso, Tomás Zambrano, explicó que por falta de reestructuración y presupuesto no se ha puesto a funcionar la Superitendencia.
Falta de voluntad
La comisionada de policía en condición de retiro María Luisa Borjas manifestó que de nada sirve que se cierren y creen instituciones que depuren la Policía Nacional si no hay voluntad política en los operadores de justicia.
“La DIECP no pudo hacer nada porque los entes contralores no les dieron continuidad a los informes que les entregaron. Ellos llegaron hasta donde se les dio potestad. La inoperancia no es de la DIECP, sino de los operadores”, indicó Borjas.
El director de la DIECP, Óscar Vásquez, dijo que están preparando un informe con todos los pormenores del trabajo realizado en los cuatro años de existencia de la institución. “Antes de que decidan eliminar la institución, reiteramos a los diputados del Congreso la invitación para que conozcan de cerca el trabajo hecho y las limitaciones legales que hemos tenido”, puntualizó Vásquez.
Mientras el Congreso Nacional analiza la desaparición de la Dirección de Investigación y Evaluación de la Carrera Policial (DIECP) y la creación de la Dirección de Asuntos Disciplinarios Policiales (Didadpol) como sustituta, el órgano supremo que rectora las pruebas de confianza a todos los operadores de justicia solo existe en papel.
Se trata de la Superintendencia para la Aplicación de Pruebas de Evaluación de Confianza, creada en marzo de 2014 y que hasta la fecha no existe en infraestructura ni mucho menos en reglamento.
La ley responsabiliza a la Secretaría de la Presidencia para elaborar el reglamento. Sin embargo, hace un año lo único que tenían eran borradores presentados al Consejo Nacional de Defensa y Seguridad.
LA PRENSA contactó al secretario encargado de este despacho, Reynaldo Sánchez, pero la comunicación fue infructuosa.
El presidente de la Comisión de Seguridad del Congreso, Tomás Zambrano, explicó que por falta de reestructuración y presupuesto no se ha puesto a funcionar la Superitendencia.
Falta de voluntad
La comisionada de policía en condición de retiro María Luisa Borjas manifestó que de nada sirve que se cierren y creen instituciones que depuren la Policía Nacional si no hay voluntad política en los operadores de justicia.
“La DIECP no pudo hacer nada porque los entes contralores no les dieron continuidad a los informes que les entregaron. Ellos llegaron hasta donde se les dio potestad. La inoperancia no es de la DIECP, sino de los operadores”, indicó Borjas.
El director de la DIECP, Óscar Vásquez, dijo que están preparando un informe con todos los pormenores del trabajo realizado en los cuatro años de existencia de la institución. “Antes de que decidan eliminar la institución, reiteramos a los diputados del Congreso la invitación para que conozcan de cerca el trabajo hecho y las limitaciones legales que hemos tenido”, puntualizó Vásquez.
