Tegucigalpa, Honduras.
De nuevo ayer se paralizaron las clases en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah).
El Movimiento Estudiantil Universitario (MEU) desde tempranas horas se tomó los portones de la institución para obstaculizar las clases.
Esa acción se realizó como medida de presión para que las autoridades deroguen la nuevas normas académicas que entraron en vigencia a partir de este segundo período académico, en donde se establecen una serie de lineamientos en cuanto al rendimiento de los estudiantes.
Parte del conjunto de normas que han causado la molestia entre los jóvenes protestantes son las que dictan que las clases ahora deben aprobarse con un 70%, tener un índice global de 60% para permanecer en la Unah y no repetir una clase más de tres veces, ya que al hacerlo tendrán que cambiar de carrera.
Las normas aplican para los estudiantes que ingresaron a la casa de estudios en 2015.
Ayer las clases fueron suspendidas durante todo el día y los jóvenes que llegaron con la intensión de recibir el pan del saber tuvieron que retornar a sus hogares al encontrarse con decenas de pancartas en contra de la nueva normativa, letreros que mostraban el rechazo a las autoridades universitarias y una inmensa bandera de Honduras en el portón principal.
Según los militantes del MEU, quienes hablaron en conferencia de prensa con sus rostros tapados, no entregarán las instalaciones y no habrá clases hasta que las autoridades les “acaten las disposiciones que tienen”. En una conferencia de prensa afirmaron que ya han solicitado el diálogo con la rectoría y vicerrectoría, pero sin respuesta.
Reacción
La rectora de la Unah, Julieta Castellanos, dijo que se han encontrado indicios de que son algunos maestros los que están incitando a los alumnos a realizar estas manifestaciones.
Aclaró durante una conferencia de prensa en La Ceiba que decidieron retirar la seguridad privada de la Ciudad Universitaria para evitar situaciones mayores, con los estudiantes.
Las autoridades de la Unah responsabilizaron a los jóvenes de los daños a la institución, al denunciar la destrucción de puertas, rótulos y hasta vehículos.
Al respecto, Rutilia Calderón, vicerrectora Académica, reveló que ya se realizado gestiones con el Ministerio Público para castigar a quienes incurran en daños a la propiedad del Estado.
“Ya hemos trasladado la denuncia al Ministerio Público quien tiene sus procedimientos establecidos con base a ley, la denuncia es por usurpación de espacios físicos, violación del derecho de libre acceso a las personas, el uso de violencia verbal y atemorización para el desalojo de edificios”, dijo Calderón.
De nuevo ayer se paralizaron las clases en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah).
El Movimiento Estudiantil Universitario (MEU) desde tempranas horas se tomó los portones de la institución para obstaculizar las clases.
Esa acción se realizó como medida de presión para que las autoridades deroguen la nuevas normas académicas que entraron en vigencia a partir de este segundo período académico, en donde se establecen una serie de lineamientos en cuanto al rendimiento de los estudiantes.
Parte del conjunto de normas que han causado la molestia entre los jóvenes protestantes son las que dictan que las clases ahora deben aprobarse con un 70%, tener un índice global de 60% para permanecer en la Unah y no repetir una clase más de tres veces, ya que al hacerlo tendrán que cambiar de carrera.
Las normas aplican para los estudiantes que ingresaron a la casa de estudios en 2015.
 Uno de los automóviles de la máxima casa de estudios fue manchado con pintura por los manifestantes.
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Según los militantes del MEU, quienes hablaron en conferencia de prensa con sus rostros tapados, no entregarán las instalaciones y no habrá clases hasta que las autoridades les “acaten las disposiciones que tienen”. En una conferencia de prensa afirmaron que ya han solicitado el diálogo con la rectoría y vicerrectoría, pero sin respuesta.
Reacción
La rectora de la Unah, Julieta Castellanos, dijo que se han encontrado indicios de que son algunos maestros los que están incitando a los alumnos a realizar estas manifestaciones.
Aclaró durante una conferencia de prensa en La Ceiba que decidieron retirar la seguridad privada de la Ciudad Universitaria para evitar situaciones mayores, con los estudiantes.
Las autoridades de la Unah responsabilizaron a los jóvenes de los daños a la institución, al denunciar la destrucción de puertas, rótulos y hasta vehículos.
Al respecto, Rutilia Calderón, vicerrectora Académica, reveló que ya se realizado gestiones con el Ministerio Público para castigar a quienes incurran en daños a la propiedad del Estado.
“Ya hemos trasladado la denuncia al Ministerio Público quien tiene sus procedimientos establecidos con base a ley, la denuncia es por usurpación de espacios físicos, violación del derecho de libre acceso a las personas, el uso de violencia verbal y atemorización para el desalojo de edificios”, dijo Calderón.
