24/04/2024
02:46 PM

Carean a tres testigos por contradicciones en asesinato de Berta Cáceres

La Esperanza, Intibucá, Honduras.

Tres testigos que son parte del proceso investigativo que se sigue para esclarecer el asesinato de la ambientalista Berta Cáceres comparecieron ante la jueza primera de Letras de Intibucá para participar en un careo.

Desde las 11:30 am compareció Gustavo Enrique Castro Soto, el mexicano que estaba con Berta Cáceres en su vivienda la noche del crimen, y otros dos testigos, los que llegaron bajo fuerte custodia policial a los tribunales.

Todos llegaron vestidos con trajes negros y con sus rostros cubiertos e ingresaron a la sala de audiencias del tribunal de La Esperanza, Intibucá.

A las 10:30 am en una camioneta blanca, del cuerpo diplomático, llegó el mexicano acompañado por el cónsul de ese país y defensores de derechos humanos.

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No se bajó de inmediato. Se quedó durante casi una hora en la parte trasera de los tribunales.

Hasta ese lugar llegó la hija menor de Berta Cáceres.

La joven ingresó al automotor y permaneció por más de 30 minutos conversando con el extranjero.

Cuando la jueza hizo el llamado a los testigos, el mexicano ingresó escoltado, minutos después otro de los comparecientes. Tras una hora de relatos, la jueza ordenó el ingreso del tercer testigo que con su relato ampliaría más los detalles de las ubicaciones, movimientos, así como detalles y pistas en el caso.

El careo solicitado en el proceso administrativo buscaba obtener declaraciones contundentes que establezcan versiones reales de lo ocurrido la madrugada del 3 de marzo.

Los fiscales de la Unidad de Delitos Contra la Vida y Fiscalía de las Etnias buscaban tener todos los detalles que los acercaran a lo que ocurrió esa madrugada del 3 de marzo en la vivienda de la ambientalista.

Tras completar el proceso y luego de analizar cada una de las versiones vertidas por los testigos, la jueza determinó prolongar por 30 días la alerta migratoria al mexicano que estará bajo custodia de la Embajada de México y los otros dos testigos (uno de ellos el guardia José Ismael Lemus Lemus) deberán estar dispuestos a presentarse si son requeridos de nuevo en el proceso investigativo.

Pruebas

Fueron las contradicciones encontradas en las declaraciones iniciales que motivaron al Ministerio Público a solicitar un careo entre los tres testigos a la jueza que conoce el caso en Intibucá.

Hasta ahora, LA PRENSA conoció que como parte de las evidencias recolectadas en la escena figura una prenda íntima del mexicano, así como huellas que los agentes de Inspecciones Oculares de la Dirección Policial de Investigación (DPI) tomaron de las puertas de acceso.

Los agentes informaron que para investigación el día del asesinato se decomisó un arma que le fue encontrada al hermano de Aureliano Molina, la que es analizada por Medicina Forense. El joven estuvo retenido más de 24 horas luego fue puesto en libertad.

Otro de los detalles fue la toma de huellas que se hizo a los zapatos de Tomás Gómez Membreño (subcoordinador del Copinh) el viernes, cuando fue solicitado por el Ministerio Público para rendir su declaración, pero no la rindió.

Junto a él también fue llamada una menor de edad.