Retirado de la actividad empresarial, el polémico empresario Adolfo Facussé dedica ahora su tiempo a la actividad diplomática como consúl de Turquía en Honduras.
Uno de sus sueños de joven fue convertirse en sacerdote, pero sus ideas liberales al final lo hicieron desistir.
Soy originario del Barrio Abajo por el mercado Los Dolores.
Era muy concentrado en mis estudios, siempre saqué la mejor nota en la escuela, mientras estaba estudiando aprendí inglés, leía muchísimo en la biblioteca, era tranquilo y mi aspiración fue hacerme sacerdote, estuve en el colegio San Miguel, y ahí empezaron a darme clases de latín.
Me gusta, y el último libro que estoy leyendo es La caída del poder.
El día que entré al seminario en El Salvador sentí un gran temblor en el cuarto y al siguiente día fui a hablar con el director y luego platicamos sobre la situación y no estuve de acuerdo con él y me aconsejó al final que no estudiara para ser sacerdote.
Yo salía de la escuela e iba a la tienda de mi papá en Los Dolores y me tocaba barrer, atender clientes, darle de comer a las mulas, hacer fardos y luego iba a la bodega a realizar tareas, y ese fue mi primer trabajo.
Ocho hijos, seis con la primera esposa que se murió y dos con la actual.
Me lo tuvieron secuestrado por un mes, claro que eso me afectó y a la familia también, enormemente. Hablaban cosas terribles cuando estábamos negociando, son cosas que lo despiertan a uno porque aquí no hay nadie invulnerable, tal vez los que salen en su carro blindado con patrullas adelante y atrás no les pasa nada.
A mí me explicó una embajadora que me habían quitado la visa a mí y a varios hondureños a petición de grupos que estaban en la negociación con el presidente de Costa Rica (Oscar Arias) que era el mediador.
Habían pláticas de entendimiento a ver si se lograba tranquilizar la situación, y alguien le sugirió al Presidente de Costa Rica que tenía que cancelarse la visa a ciudadanos prominentes de Honduras porque presionarían al Gobierno para que tirara la toalla. Yo fui en un viaje a Miami acompañado de mi hijo menor, el policía me detuvo; sin embargo me paró y me dijo que soy un héroe por evitar que el país cayera en manos de Hugo Chávez. Esa cancelación no era producto de algún disgusto de Estados Unidos.
Sí, hace tres o cuatro años y me la devolvieron con una disculpa diciéndome que había sido una petición del Presidente de Costa Rica y que no sabían qué hacer porque si me decían que no, los iban a acusar de que estaban defendiendo el golpe de Estado, y si me decían que sí, estaban cometiendo una falta contra mí que no tenía nada que ver.
He podido ver virtudes en ambos sistemas. El capitalismo es una fuerza tremenda de transformación, cambio y ha producido un mayor desarrollo en la historia. Si uno puede aprovechar la capacidad creativa del capitalismo y combinarla con algunos aspectos de justicia tiene lo mejor de los mundos como es el caso de China, que pasó de ser el país más pobre al segundo más rico.
Nos hicimos amigos en un viaje, tuvo el cambio cuando quiso reelegirse, y yo me opuse porque él quería usar el poder del Gobierno para mantenerse. No estuve de acuerdo de cómo fueron a tirar a Mel a Costa Rica.
Ahora estoy retirado de la industria textil, solo estoy como director de la Fundación Covelo, que actualmente está trabajando con mujeres que tienen tres o cuatro hijos y que han sido abandonadas, para que puedan seguir adelante.
Definitivamente, yo considero verdaderos héroes la gente que agarra su dinero, ahorros y prestaciones y ponen un negocio.
Cuando alguien se va a formalizar hay muchísimos requisitos, y si cumple con la facturación también le sigue un informe mensual, el empresario no sabe si le puede tocar una multa de siete salarios mínimos. El Gobierno impide que la gente haga las cosas legalmente.
El principal obstáculo a la inversión en nuestro país es el Gobierno.
Soy firme creyente del principio de que las personas son inocentes hasta que se compruebe que son culpables, y eso es una defensa que se ha creado para que los poderes no acusen sin ninguna prueba.
Yo le pregunté a don Jaime cómo es el caso de que tuvo negocios con los Cachiros y él me contestó que hizo una investigación a fondo y que era un buen negocio con potencial y que iba ser rentable; pero que no le dieron préstamos sino que le hipotecaron el negocio y que no le pagaban con dólares sino con lempiras o cheques de otros bancos.
Nadie explica que las empresas solo ganan 2 o 3% sobre sus ventas, entonces si (la DEI) cobra el 1.5%, sería el 50% de las utilidades.
Uno paga 25% de Impuesto Sobre la Renta, 10% de Impuesto de Solidaridad Temporal y 50% del Impuesto Sobre Ventas, con eso ya tiene un total de 85%.
Yo creo que el Gobierno tiene sus funciones, pero se puede seguir modelos adecuados a nuestra realidad donde combina la fuerza del Estado y la capacidad de administración de la empresa privada. En Nicaragua hay un Seguro Social que es universal y gratis y el de aquí solo beneficia a un pequeño grupo de trabajadores.
Lo demandaría inmediatamente, yo creo que es un señor el culpable (Porfirio Lobo), él es el responsable por no tomar medidas, el nombró el director (Mario Zelaya), pero aquí no le pasa nada al partido en el poder.