Choloma, Cortés
El ataque en la terminal de buses de la López Arellano provoca incertidumbre en los dueños de transporte, quienes ayer pararon varias unidades y afirmaron que al menos un 20% de estas no continuarán dando el servicio.
Miguel Ángel Rivera, dueño de varias unidades de la empresa Etisla, dijo que no ve futuro en el transporte.
“Preocupan estas acciones que nos ponen en una situación difícil. No tenemos otro negocio que no sea este y ahora no se le ve futuro al transporte con las extorsiones, repuestos caros y tantas cosas que nos afectan”, dijo el transportista.
Rivera aseguró que varios de los cosocios del transporte en la López Arellano se van a retirar del negocio. “Varios dueños de unidades han comunicado que no van a seguir. Es un 20 a 25% de unidades que estarán fuera de operaciones. Sus dueños les van a quitar el rótulo, prefieren dedicarse a otras actividades, pero no seguir en el transporte”, afirmó.
Ayer solo seis unidades de Etisla trabajaron, la mayoría de motoristas no quiso hacer el recorrido normal de las rutas.
El miedo se ha apoderado de muchos de los conductores y ayudantes que temen ser blanco de los grupos delictivos que atemorizan al transporte de la zona.
“Solo una unidad salió temprano, hizo un recorrido, pero el motorista regresó y dijo que no quiso continuar. Tienen miedo, este atentado provoca temores en los trabajadores y no vean garantías para trabajar y salvar sus vidas, muchos no quieren volver”, manifestó el transportista. Hoy se espera que las unidades del transporte circulen en el corredor.
