San Pedro Sula, Honduras.
El sector industrial no tuvo un crecimiento significativo este año pero sigue capacitándose para ser mejores, afirman directivos de la Asociación Nacional de Industriales (Andi), quienes dieron a conocer ayer la Guía Industrial de Derechos Humanos en San Pedro Sula.
El libro elaborado por un grupo de grandes empresas señala los principios y ejes prioritarios que deben ponerse en práctica en las empresas para velar por los derechos económicos, sociales, laborales y ambientales. “Queremos inducir a las empresas industriales a trabajar en función del respeto de los derechos humanos”, expresó Daniel Aguilar, presidente de la Andi.
El empresario confía en que esto le ayudará a la empresa privada dirigida a la industria a tener una reacción positiva por parte de sus colaboradores.
“Esto nos ayudará a ser mejores empresarios, a tener mejores industrias, a ser más competitivos con otros países mucho más avanzados”.
Aunque Aguilar no precisó cifras, reconoce que este año hubieron pérdidas de empleos en el sector. Sin embargo, prevén que en 2016 pueden surgir nuevas empresas y ampliarse algunas existentes. “Nos interesa que haya generación de empleo, pero sobre todo que sean sostenibles”.
A la fecha, la Andi ha logrado la certificación de más de 170 empresas gracias a un convenio con el Instituto de Formación Profesional para aumentar los niveles de calidad.
“Lo que se quiere es que las empresas respeten los derechos laborales y humanos y produzcan con la mejor calidad, además que sean afines a sus colaboradores”, opinó Leo Valladares, excomisionado de los Derechos Humanos.
El sector industrial no tuvo un crecimiento significativo este año pero sigue capacitándose para ser mejores, afirman directivos de la Asociación Nacional de Industriales (Andi), quienes dieron a conocer ayer la Guía Industrial de Derechos Humanos en San Pedro Sula.
El libro elaborado por un grupo de grandes empresas señala los principios y ejes prioritarios que deben ponerse en práctica en las empresas para velar por los derechos económicos, sociales, laborales y ambientales. “Queremos inducir a las empresas industriales a trabajar en función del respeto de los derechos humanos”, expresó Daniel Aguilar, presidente de la Andi.
El empresario confía en que esto le ayudará a la empresa privada dirigida a la industria a tener una reacción positiva por parte de sus colaboradores.
“Esto nos ayudará a ser mejores empresarios, a tener mejores industrias, a ser más competitivos con otros países mucho más avanzados”.
Aunque Aguilar no precisó cifras, reconoce que este año hubieron pérdidas de empleos en el sector. Sin embargo, prevén que en 2016 pueden surgir nuevas empresas y ampliarse algunas existentes. “Nos interesa que haya generación de empleo, pero sobre todo que sean sostenibles”.
A la fecha, la Andi ha logrado la certificación de más de 170 empresas gracias a un convenio con el Instituto de Formación Profesional para aumentar los niveles de calidad.
“Lo que se quiere es que las empresas respeten los derechos laborales y humanos y produzcan con la mejor calidad, además que sean afines a sus colaboradores”, opinó Leo Valladares, excomisionado de los Derechos Humanos.
