San Pedro Sula, Honduras.
Preocupados por las repercusiones del cambio climático y la vulnerabilidad ante desastres naturales en el Valle de Sula están las fuerzas vivas, alcaldías de la región y organismos gubernamentales.
Ayer, el salón Alberto Smith de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés en San Pedro Sula fue el escenario para que se desarrollara el foro Efectos de cambio climatico y su impacto en las cordilleras de Mico Quemado y El Merendón.
Autoridades de distintos grupos de la sociedad en la región noroccidental expresaron su preocupación por el alarmante descenso de las fuentes de agua, la ausencia de planes de manejo integrales, la deforestación. Basados en estas situaciones plantearon medidas a largo y corto plazo para no permitir que estas condiciones sigan imperando.
San Pedro Sula es una de las ciudades afectadas por el descenso de las fuentes de agua en El Merendón debido a la sequía prolongada.
Según estudios de Aguas de San Pedro, los niveles de agua en los cinco ríos que atraviesan la ciudad han bajado en un 35% en las últimas ocho semanas.
La concesionaria italiana ha tenido que usar los pozos de emergencia; pero en comparación con otras ciudades, como El Progreso, no se ha tenido que racionalizar el agua, por lo que la población no ha sentido los efectos.
Se espera que con la temporada lluviosa los niveles de agua vuelvan a su normalidad en toda la zona.
Participación
Leonel Ayala, comisionado presidencial, indicó que el presidente Juan Orlando Hernández ha demandado que todos los sectores se involucren en este problema para buscar soluciones.
Aseguró que las cuencas de agua en El Merendón que abastecen a San Pedro Sula se han administrado bien pese a la sequía y no se ha tenido que reducir el suministro a los usuarios.
“Toda la información que nos han dado indica que las cuencas que suministran a la ciudad industrial han sido administradas correctamente. Aguas de San Pedro no tiene problemas de reducción de acuíferos. Otros municipios que se sirven del El Merendón sí han tenido problemas, como Choloma”.
Pablo Bardales, jefe del Instituto de Conservación Forestal (ICF) en la zona noroccidental, explicó que la sequía influyó en las condiciones para que el gorgojo de pino afectara El Merendón.
No obstante, las acciones oportunas del ICF y de la División Municipal Ambiental han evitado que esta plaga se expanda más. “Unas 15 hectáreas fueron afectadas en la parte de El Merendón que corresponde a la ciudad. En la región fueron cerca de 120 hectáreas.
El personal está permanente en la reserva gracias a un fondo que el Gobierno destinó. En cuanto a la deforestación se ha estado patrullando con el Ejercito.
En los últimos diez años se han deforestado unas 1,500 hectáreas, unas 150 al año. Estas cifras se han mantenido gracias a las medidas y ya pretenden reforestar 350 hectáreas”, finalizó.
Roberto Aparicio, asistente técnico de la Dirección Nacional de Cambio Climático de la Secretaría de Energía de Recursos Naturales, Ambiente y Minas, explicó que todas las observaciones presentadas y solicitadas serán analizadas para tomar medidas que sirvan de prevención para una futura canícula.
Preocupados por las repercusiones del cambio climático y la vulnerabilidad ante desastres naturales en el Valle de Sula están las fuerzas vivas, alcaldías de la región y organismos gubernamentales.
Ayer, el salón Alberto Smith de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés en San Pedro Sula fue el escenario para que se desarrollara el foro Efectos de cambio climatico y su impacto en las cordilleras de Mico Quemado y El Merendón.
Autoridades de distintos grupos de la sociedad en la región noroccidental expresaron su preocupación por el alarmante descenso de las fuentes de agua, la ausencia de planes de manejo integrales, la deforestación. Basados en estas situaciones plantearon medidas a largo y corto plazo para no permitir que estas condiciones sigan imperando.
San Pedro Sula es una de las ciudades afectadas por el descenso de las fuentes de agua en El Merendón debido a la sequía prolongada.
Según estudios de Aguas de San Pedro, los niveles de agua en los cinco ríos que atraviesan la ciudad han bajado en un 35% en las últimas ocho semanas.
La concesionaria italiana ha tenido que usar los pozos de emergencia; pero en comparación con otras ciudades, como El Progreso, no se ha tenido que racionalizar el agua, por lo que la población no ha sentido los efectos.
Se espera que con la temporada lluviosa los niveles de agua vuelvan a su normalidad en toda la zona.
Participación
Leonel Ayala, comisionado presidencial, indicó que el presidente Juan Orlando Hernández ha demandado que todos los sectores se involucren en este problema para buscar soluciones.
Aseguró que las cuencas de agua en El Merendón que abastecen a San Pedro Sula se han administrado bien pese a la sequía y no se ha tenido que reducir el suministro a los usuarios.
“Toda la información que nos han dado indica que las cuencas que suministran a la ciudad industrial han sido administradas correctamente. Aguas de San Pedro no tiene problemas de reducción de acuíferos. Otros municipios que se sirven del El Merendón sí han tenido problemas, como Choloma”.
Pablo Bardales, jefe del Instituto de Conservación Forestal (ICF) en la zona noroccidental, explicó que la sequía influyó en las condiciones para que el gorgojo de pino afectara El Merendón.
No obstante, las acciones oportunas del ICF y de la División Municipal Ambiental han evitado que esta plaga se expanda más. “Unas 15 hectáreas fueron afectadas en la parte de El Merendón que corresponde a la ciudad. En la región fueron cerca de 120 hectáreas.
El personal está permanente en la reserva gracias a un fondo que el Gobierno destinó. En cuanto a la deforestación se ha estado patrullando con el Ejercito.
En los últimos diez años se han deforestado unas 1,500 hectáreas, unas 150 al año. Estas cifras se han mantenido gracias a las medidas y ya pretenden reforestar 350 hectáreas”, finalizó.
Roberto Aparicio, asistente técnico de la Dirección Nacional de Cambio Climático de la Secretaría de Energía de Recursos Naturales, Ambiente y Minas, explicó que todas las observaciones presentadas y solicitadas serán analizadas para tomar medidas que sirvan de prevención para una futura canícula.
