La Ceiba, Honduras
El presidente Juan Orlando Hernández inauguró el jueves la segunda etapa del proyecto turístico de la antigua zona fiscal de la ciudad de La Ceiba, Atlántida, en el Caribe hondureño.
Esta obra turística comprende la construcción del malecón, en el costado este del recien reconstruido antiguo muelle fiscal; ambos atractivos conforman la vieja zona fiscal de esta ciudad.
El costo de este proyecto es de unos 12 millones de lempiras, de estos ocho millones fueron aportados por el Gobierno
Banasupro en Roatán, Islas de la Bahía
Según un boletín de prensa del gobierno, el presidente Hernández también inauguró este día la primera tienda Minisupro en Roatán, departamento de Islas de la Bahía, que beneficiará a los habitantes de esa localidad y lugares aledaños.
El mandatario dijo que la Suplidora Nacional de Productos Básicos (Banasupro) tiene que ser un regulador de precios, porque no se puede permitir que se abuse de la gente más humilde y luchadora.
El gobernante dijo aceptar que los intermediarios puedan ganar dinero, pero insistió en que la gente tiene que pagar lo justo.
El presidente Juan Orlando Hernández inauguró el jueves la segunda etapa del proyecto turístico de la antigua zona fiscal de la ciudad de La Ceiba, Atlántida, en el Caribe hondureño.
Esta obra turística comprende la construcción del malecón, en el costado este del recien reconstruido antiguo muelle fiscal; ambos atractivos conforman la vieja zona fiscal de esta ciudad.
El costo de este proyecto es de unos 12 millones de lempiras, de estos ocho millones fueron aportados por el Gobierno
Banasupro en Roatán, Islas de la Bahía
Según un boletín de prensa del gobierno, el presidente Hernández también inauguró este día la primera tienda Minisupro en Roatán, departamento de Islas de la Bahía, que beneficiará a los habitantes de esa localidad y lugares aledaños.
El mandatario dijo que la Suplidora Nacional de Productos Básicos (Banasupro) tiene que ser un regulador de precios, porque no se puede permitir que se abuse de la gente más humilde y luchadora.
El gobernante dijo aceptar que los intermediarios puedan ganar dinero, pero insistió en que la gente tiene que pagar lo justo.
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