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66 y 58 años de cárcel para policías que mataron al hijo de la rectora

  • 01 julio 2016 /

Tegucigalpa, Honduras.

La Sala de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia por unanimidad de votos confirmó mediante recurso de casación la responsabilidad penal de cuatro policías en el asesinato de los universitarios Rafael Alejandro Vargas Castellanos y Carlos David Pineda Rodríguez.

A los jóvenes los encontraron sin vida el 22 de octubre de 2011 en la aldea Villa Real de Tegucigalpa.

Condena

Santos Arnulfo Padilla Rodríguez fue declarado culpable como autor de dos asesinatos en perjuicio de Rafael Alejandro Vargas Castellanos, hijo de la rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), Julieta Castellanos, y Carlos David Pineda Rodríguez, por lo cual lo sentenciaron a la pena de 30 años por cada asesinato; asimismo, se le condenó con una pena de seis años por abuso de autoridad: en total pasará 66 años en prisión.

Mientras que José Rubén Pozo López, Gabriel Donatilo Marcia Rodríguez y Wilson Roberto Córdoba Rodríguez fueron declarados culpables por omisión de dos asesinatos y sentenciados a la pena de 26 años por cada uno, más seis años por abuso de autoridad, siendo condenados a 58 años de cárcel.

El Tribunal de Sentencia con Jurisdicción Nacional emitió la sentencia contra los cuatro policías el 9 de diciembre de 2013, pero la defensa de los ahora asesinos presentó un recurso de casación que fue declarado sin lugar por los magistrados de la Sala de lo Penal luego de haber analizado jurídicamente cada uno de los casos.

Hechos probados

Durante el juicio se logró probar que la noche del 22 de octubre de 2011, Rafael Alejandro Vargas Castellanos y Carlos David Pineda Rodríguez se encontraban en una reunión de amigos en la Colonia Miraflores de Tegucigalpa, y como a eso de la 1:30 am, ambos decidieron marcharse en un vehículo Toyota Rav4, con placa PAJ-6582, conducido por el hijo de la rectora.

En el trayecto decidieron irse a un karaoke, pero por la hora ya estaban cerrando el local, por lo que se formó una discusión a tiempo que pasaba la patrulla de la Policía Nacional MI-92, la cual fue llamada por los guardias del negocio. Los universitarios se fueron y la patrulla los siguió por la calle principal de la colonia 15 de Septiembre, al ver que no se paraban comenzaron a dispararles, hiriendo a Rafael Alejando Vargas Castellanos.

En la patrulla iban los policías Wilfredo Figueroa (conductor), Carlos Geovanny Galeas (jefe), Santos Arnulfo Padilla Rodríguez (operador) y José Rubén Pozo López (apoyo).

El carro de los universitarios se detuvo y los policías los bajaron.

En el camino se encontraron con la patrulla MI-30 con los policías Gabriel Donatilo Marcia Hernández y Wilson Roberto Córdova Rodríguez, quienes subieron a los jóvenes en la parte trasera del vehículo y ahí los mantuvieron hasta que se los entregaron a Santos Arnulfo Padilla Rodríguez y José Rubén Pozo, siendo el primero quien les infirió los disparos en la cabeza a los jóvenes con su arma de reglamento, una pistola calibre nueve milímetros.