Siguatepeque, Honduras.
Desde su construcción en 1988, el mercado San Juan de Siguatepeque se ha convertido en uno de los comercios referentes en Honduras y a nivel regional por su manejo.
Para muchos, el mercado San Juan es un centro comercial. Tiene un sofisticado sistema de 40 cámaras a circuito cerrado, vigilancia privada, cooperativa, clínica, su propio recolector de desechos sólidos, sonido ambiental y baños industriales que funcionan a base de agua y aire.
Hay 368 locales, donde 253 vendedores ofrecen sus diversos productos. Cada vendedor paga entre 200 y 800 lempiras mensuales, dependiendo del tamaño de cada espacio.
La cooperativa del mercado fue fundada en 1999, pero comenzó a funcionar en 2003. Hay 350 afiliados que reciben excedentes anuales y una organización que le apuesta a la modernización del inmueble.
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De acuerdo con Jorge Zelaya, administrador del mercado San Juan, este es considerado uno de los mejores mercados del país. “Desde su fundación, el mercado ha ido mejorando. Vienen (autoridades y comerciantes) de otras partes del país para ver cómo funciona porque el modelo de gestión es novedoso, ya que es manejado por una cooperativa de comerciantes que se unieron para trabajar en las mejoras del inmueble, pese a que es municipal”. Zelaya no se atrevió a calcular cuánto se mueve de dinero diariamente o semanalmente, solo comentó que “los jueves y domingos hay una afluencia de personas considerable”.
El alcalde de Siguatepeque, Juan Carlos Morales, dijo que debido al éxito del mercado se han intercambiado experiencias con municipalidades de El Salvador y Guatemala y muchas otras del interior del país.
“El mercado San Juan se ha convertido casi en un centro comercial. Nosotros se lo hemos dado en arrendamiento y como autoridades nos desobligamos en muchas cosas, les apoyamos porque es un bien municipal. El año pasado realizamos el techado de dos módulos por el orden de casi un millón y medio de lempiras”, advirtió.
