26/04/2024
01:02 PM

Madre soltera educó a sus hijos vendiendo comida por más de 30 años

Es una mujer emprendedora y todos los fines de semana vende comida en el Bazar del Sábado.

San Pedro Sula, Cortés.

Guadalupe Escobar no retrocedió luego de la muerte de su esposo Martín Carranza, siguió adelante sin importar los obstáculos y con un único fin, luchar por sus tres hijos.

Ella reside en la colonia San José, muy cerca del extinto centro penal sampedrano. Allí vende pollo con tajadas y coyoles con miel, la especialidad de la casa.

'Tengo más de 32 años de dedicarme a vender comida y ahora mis hijos que ya están grandes son quienes me ayudan', comentó la emprendedora mujer de la tercera edad.

Para apoyarlos
Puede llamarlos al 9843-6939
En esta familia la responsabilidad es compartida, Edie, Geonvanny y Marlon se turnan funciones, uno prepara las tajadas, otro sale a entregar producto a domicilio y el tercero acompaña a su madre, ya sea en su casa de habitación o en el Bazar del Sábado, en Expocentro, donde aprovechan a incrementar sus ventas debido a la afluencia de visitantes.

Lea también: Padre camina de Choloma a San Pedro Sula para vender agua y llevar comida a su casa

'Durante la semana pasamos entre la 14 y 15 calle, 10 y 11 avenida de la colonia San José, vendemos pollo asado entero a 130 lempiras y por piezas a 50 y 60 lempiras. También prepararamos coyoles con miel a 40 lempiras', dijo mientras sonreía esta mujer trabajadora.

$on ejemplo de emprendimiento y su sonrisa siempre está presente al momento de vender, una forma grata de atender a sus clientes. Foto: Amílcar Izaguirre.

Comer es una necesidad básica del ser humano, pero la realidad en Honduras es que millones de personas se despiertan cada día con la angustia y la impotencia de no saber si podrán alimentarse, pues son prisioneros de un verdugo silencioso: la pobreza. Sin embargo, para doña Guadalupe no hay excusas y no existen limitantes, todas las mañanas mira en la ventana de su casa una luz de esperanza para seguir subsistiendo y buscando la oportunidad de tener en el futuro una empresa consolidada.

Además: Ricardo Zelaya sacó adelante a sus cinco hijos trabajando como pirograbador

Pareciera que en esta familia el emprendimiento se encuentra en la venas, doña Guadalupe les ha podido heredar a sus tres hijos el deseo por el trabajo, ganarse el dinero de forma honrada y demuestra que no hay motivo que valga para no superarse. Es una mujer muy oficiosa, viste muy sencilla, pero con su sonrisa contagia y atrapa a todos sus clientes. Ya es bastante conocida en el negocio y la comida que prepara es deliciosa.

Doña Guadalupe posee un elevado espíritu de emprendimiento. Foto: Amílcar Izaguirre.