Tegucigalpa, Honduras.
La nueva tarjeta de identidad -de aprobarse el proyecto de ley para su creación- almacenará información del usuario, como su perfil médico o crediticio, dijo el subdirector técnico del Registro Nacional de las Personas (RNP), Gerardo Martínez.
En la nueva documentación se incorporarán chips que servirán para que el RNP y otras instituciones tengan acceso a información del usuario, algo que no existe con la actual cédula.
“Significa ponerle un chip, y un chip posibilita que ahí se almacene información del Seguro Social del usuario, ahí se pueden guardar datos sobre los días que tiene cita, poner diferentes recetas, eso la convierte en una tarjeta multipropósito”, dijo el funcionario.
La tecnología de la tarjeta permitirá que se le incluya un sistema de geolocalización, pero eso se decidirá en el proceso de licitación, aclaró Martínez.
“En específico, las medidas de seguridad, esas se darán hasta que se asigne la licitación a la empresa que ganará el proceso porque ellos pueden tener otras medidas de seguridad más modernas”.
Se optimizarán y digitalizarán todos los procesos de la emisión del documento.
La nueva cédula tendrá 20 medidas de seguridad y su producción costará unos 1,200 millones de lempiras, agregó el subdirector técnico del Registro Nacional de las Personas, Gerardo Martínez.
El funcionario especificó que las medidas de seguridad del documento estarán divididas en cuatro niveles “que van desde la más común hasta la más complicada de falsificar”.
El nivel 1, por ejemplo, consistirá en una impresión más precisa, en fotografía y texto de la tarjeta. Las otras medidas, de los niveles 2 y 3, están relacionadas con información que solo puede ser vista con microscopios y nadie las podría duplicar para crear una cédula falsa, explicó Martínez.
El nivel 4 contiene medidas de seguridad que solo serán del conocimiento del dueño de la tarjeta de identidad y no lo sabe el público, son medidas muy ocultas.
Las personas esperan hasta un mes para que se les entregue la identidad.
¿Y el dinero?
El Poder Ejecutivo envió el lunes pasado al Congreso Nacional un anteproyecto de ley para la creación de la tarjeta de identidad.
Según el ministro de la Presidencial, Ebal Díaz, la Secretaría de Finanzas identificó fondos nacionales y extranjeros para financiar el proyecto de identificación.
El RNP tiene un presupuesto de unos L500 millones, y en esa partida no se asignaron recursos para producir la nueva tarjeta de identidad.
Martínez consideró que existe ambiente político en las bancadas en el Congreso para apoyar la aprobación de esa norma.
Ebal Díaz afirmó la noche del lunes que “el Gobierno está listo; la Secretaría de Finanzas también acaba de identificar recursos nacionales e internacionales para este importante proyecto que viene a ofrecer la democracia hondureña”, apuntó.
La creación de la nueva tarjeta de identidad se ha postergado por varios años.
La actual tarjeta de identidad, que se comenzó a imprimir hace unos 22 años, cuenta con seis medidas de seguridad, pero, dice Martínez, hasta los momentos no se ha detectado un caso de falsificación de la misma.
La necesidad de crear una nueva cédula es porque el material con el que se produce la identidad está por salir del mercado.
“Tarde o temprano nos vamos a quedar sin material, podemos seguir diez años (produciendo la misma tarjeta), pero tarde o temprano colapsa la fábrica y no sigamos produciendo tarjeras de identidad”, explicó Martínez.
El RNP considera producir 6.1 millones de nuevas tarjetas de identidad para mayores de 18 años y 2.4 millones carnets de menores para niños de 5 a 17 años.
El RNP tarda aproximadamente 30 días para entregar una tarjeta de identidad, pero con la nueva cédula el plazo se reduciría a siete días.
De igual manera, se planea que se hagan entregas domiciliarias de las tarjetas de identidad. Es un mecanismos similar a la entrega de las tarjetas de crédito, que se dan en el domicilio. Puede ser un servicio opcional y el usuario pagaría el costo de la entrega; pero todo se definirá en la licitación.
El diputado de Libertad y Refundación Jorge Cálix consideró que los partidos políticos representados en el Congreso ven con buenos ojos apoyar el anteproyecto de la nueva tarjeta de identidad; aunque puso una queja: “Me copiaron la iniciativa que yo presenté antes”.
A juicio del vicepresidente nacionalista del Congreso, Antonio Rivera Callejas, la licitación para la nueva tarjeta de identidad contará con la veeduría de la sociedad civil para garantizar la transparencia.
La nueva tarjeta de identidad -de aprobarse el proyecto de ley para su creación- almacenará información del usuario, como su perfil médico o crediticio, dijo el subdirector técnico del Registro Nacional de las Personas (RNP), Gerardo Martínez.
En la nueva documentación se incorporarán chips que servirán para que el RNP y otras instituciones tengan acceso a información del usuario, algo que no existe con la actual cédula.
“Significa ponerle un chip, y un chip posibilita que ahí se almacene información del Seguro Social del usuario, ahí se pueden guardar datos sobre los días que tiene cita, poner diferentes recetas, eso la convierte en una tarjeta multipropósito”, dijo el funcionario.
La tecnología de la tarjeta permitirá que se le incluya un sistema de geolocalización, pero eso se decidirá en el proceso de licitación, aclaró Martínez.
“En específico, las medidas de seguridad, esas se darán hasta que se asigne la licitación a la empresa que ganará el proceso porque ellos pueden tener otras medidas de seguridad más modernas”.
La nueva cédula tendrá 20 medidas de seguridad y su producción costará unos 1,200 millones de lempiras, agregó el subdirector técnico del Registro Nacional de las Personas, Gerardo Martínez.
El funcionario especificó que las medidas de seguridad del documento estarán divididas en cuatro niveles “que van desde la más común hasta la más complicada de falsificar”.
El nivel 1, por ejemplo, consistirá en una impresión más precisa, en fotografía y texto de la tarjeta. Las otras medidas, de los niveles 2 y 3, están relacionadas con información que solo puede ser vista con microscopios y nadie las podría duplicar para crear una cédula falsa, explicó Martínez.
El nivel 4 contiene medidas de seguridad que solo serán del conocimiento del dueño de la tarjeta de identidad y no lo sabe el público, son medidas muy ocultas.
¿Y el dinero?
El Poder Ejecutivo envió el lunes pasado al Congreso Nacional un anteproyecto de ley para la creación de la tarjeta de identidad.
Según el ministro de la Presidencial, Ebal Díaz, la Secretaría de Finanzas identificó fondos nacionales y extranjeros para financiar el proyecto de identificación.
El RNP tiene un presupuesto de unos L500 millones, y en esa partida no se asignaron recursos para producir la nueva tarjeta de identidad.
Martínez consideró que existe ambiente político en las bancadas en el Congreso para apoyar la aprobación de esa norma.
Ebal Díaz afirmó la noche del lunes que “el Gobierno está listo; la Secretaría de Finanzas también acaba de identificar recursos nacionales e internacionales para este importante proyecto que viene a ofrecer la democracia hondureña”, apuntó.
La actual tarjeta de identidad, que se comenzó a imprimir hace unos 22 años, cuenta con seis medidas de seguridad, pero, dice Martínez, hasta los momentos no se ha detectado un caso de falsificación de la misma.
La necesidad de crear una nueva cédula es porque el material con el que se produce la identidad está por salir del mercado.
“Tarde o temprano nos vamos a quedar sin material, podemos seguir diez años (produciendo la misma tarjeta), pero tarde o temprano colapsa la fábrica y no sigamos produciendo tarjeras de identidad”, explicó Martínez.
El RNP considera producir 6.1 millones de nuevas tarjetas de identidad para mayores de 18 años y 2.4 millones carnets de menores para niños de 5 a 17 años.
El RNP tarda aproximadamente 30 días para entregar una tarjeta de identidad, pero con la nueva cédula el plazo se reduciría a siete días.
De igual manera, se planea que se hagan entregas domiciliarias de las tarjetas de identidad. Es un mecanismos similar a la entrega de las tarjetas de crédito, que se dan en el domicilio. Puede ser un servicio opcional y el usuario pagaría el costo de la entrega; pero todo se definirá en la licitación.
El diputado de Libertad y Refundación Jorge Cálix consideró que los partidos políticos representados en el Congreso ven con buenos ojos apoyar el anteproyecto de la nueva tarjeta de identidad; aunque puso una queja: “Me copiaron la iniciativa que yo presenté antes”.
A juicio del vicepresidente nacionalista del Congreso, Antonio Rivera Callejas, la licitación para la nueva tarjeta de identidad contará con la veeduría de la sociedad civil para garantizar la transparencia.
