En un momento histórico para la ciudad, el presidente Juan Orlando Hernández inspeccionó hoy el centro penal sampedrano y lo clausuró oficialmente terminando así con el terror y desorden que imperaban en la principal cárcel sampedrana.
Después de décadas de sufrimiento, dolor y crímenes en perjuicio de los sampedranos, y por decisión del presidente Juan Orlando Hernández y de los miembros de FUSINA, el recinto penitenciario ha quedado totalmente vacío.
El mandatario hondureño afirmó que 'hoy es un día especial para Honduras. Por más de seis décadas este centro penal generó incertidumbre, temor y miedo'.
Caletas sofisticadas hasta con sensores e hidráulicas habían en algunos módulos de esa cárcel, precisó.
Hernández mientras inspeccionaba las instalaciones del expenal sampedrando.
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'Se afectó fuertemente a la región norte y todo el país. Matanzas, tiroteos, planificaciones de actos grotescos dentro y fuera del centro penal', señaló Hernández
Algunos viejos centros penales de Honduras, especialmente el de San Pedro Sula, han sido ejemplo del caos que imperaba en el sistema penitenciario nacional: contaban con especie de piscinas, juegos y otros privilegios. 'Eso no es estar en prisión. Eso es estar en libertad', añadió Hernández.
El traslado de toda la población penitenciaria de la cárcel de San Pedro Sula se realizó bajo la Operación Arpía en varias fases resultando un éxito y registrando el mayor traslado de privados de libertad de la historia de Honduras y de Latinoamérica, sin ningún incidente.
En los próximos días mediante el consenso y la opinión de los pobladores de la capital industrial se determinará lo que se construirá en el predio del centro penal como un espacio de armonía, paz, recreación y convivencia familiar.
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