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Benefician a reos con psiquiátrico por cárcel

  • 25 julio 2017 /

Entre 2011 y 2017, jueces han enviado a 74 reos sin tener un diagnóstico médico. Algunos hasta han obligado al hospital a tener al recluso durante un año.

Tegucigalpa, Honduras.

Bajo el argumento de que sufren problemas mentales, pero sin tener el respaldo de un dictamen forense, hay jueces de juzgados y tribunales del país que envían a reos a hospitalizarse en centros psiquiátricos estatales.

Estos reos, que deben purgar las penas en una celda de un presidio, permanecen hasta más de seis meses en la sala de un hospital a un costo diario de más de 1,500 lempiras.

De acuerdo con información obtenida por la Unidad de Investigación de Diario LA PRENSA, entre 2011 y 2017, jueces de diferentes ciudades enviaron al hospital psiquiátrico Mario Mendoza de Tegucigalpa a 96 reos para ser internados; sin embargo, 74 no tenían un diagnóstico forense.

Debido a que el reo porta una orden judicial, los psiquiatras, aunque estimen que el paciente no debe ser hospitalizado, no ponen ninguna objeción y proceden a internarlo de manera automática.

“Eso siempre ha sucedido. Para evitar problemas con los jueces, pues ellos son autoridad, los psiquiatras internan a los reos; pero muchos de ellos no deberían estar hospitalizados”, expresó una fuente especialista en psiquiatría y que solicitó el anonimato.

Foto: La Prensa

Especialistas del Mario Mendoza aseguraron a LA PRENSA que decenas de reclusos no sufrían enfermedades mentales que justificaran su remisión al psiquiátrico.
En 2014, un psiquiatra de ese hospital evaluó a un reo y llegó a la conclusión de que no ameritaba hospitalización y lo regresó a un presidio; sin embargo, esta decisión casi la paga con unas horas dentro de una bartolina.

“Por haber tomado esa decisión, el juez envió policías para que llevaran preso al psiquiatra. El médico se salvó porque le pidió ayuda a un abogado para que no se lo llevaran”, comentó una fuente.

En contraste con una celda carcelaria, las dos salas de hospitalización del Mario Mendoza (una de hombres y otra de mujeres) son amplias, cuentan con camillas y un recinto común donde pueden pasear libremente y compartir con el resto de pacientes.

Aquí, los reos, una vez convertidos en pacientes, tienen derecho a recibir visitas todos los días: de lunes a viernes de 2:00 pm a 5:00 pm, y los fines de semana, de 10:00 am a 5:00 pm. Esto no es permitido en los presidios.

El envío de reos sin un dictamen forense es una práctica a la cual recurren algunos togados, obviando el Instructivo para la remisión de imputados a los hospitales psiquiátricos del país y para el diagnóstico a imputados con enfermedades terminales publicado en La Gaceta el 27 de noviembre de 2004 con el objeto de acabar con esta medida que abre las puertas a la corrupción.

Ese instructivo, incluso, advierte que “si se recibe una orden judicial de internamiento avalada por un médico general, prevalecerá el criterio del perito psiquiatra del hospital donde sea remitido el imputado”.

Entre 2011 y 2014, el Mario Mendoza internó a 56 reos: 13 llegaron con un dictamen forense y 43 solo con la orden del juez. De esos 56, según los análisis de los médicos, 31 presentaban cuadros clínicos para ser hospitalizados.



Lo último

Entre 2016 y junio de 2017, el Mario Mendoza hospitalizó a 40 presos (29 llegaron sin dictamen forense y 11 con dictamen), pese a que apenas 12 cumplían con los parámetros para ser internados.

En los últimos dos años, el juzgado de letras de un municipio de Francisco Morazán, con 6 casos, y de un juzgado de Tegucigalpa, con 3, son las instancias del sistema judicial que más reos sin dictamen forense han enviado.

De San Pedro Sula, entre 2016 y junio de 2017, trasladaron al hospital con dictamen forense de diversos juzgados a cinco reclusos.

Los reos remitidos desde San Pedro Sula portaban el diagnóstico forense; no obstante, los psiquiatras del Mendoza concluyeron que estos no tenían ningún trastorno mental, pero los internaron.

Desconociendo el estado de salud mental del individuo, algunos jueces han llegado al extremo de hasta consignar en la orden judicial el tiempo que el reo deberá permanecer hospitalizado.

En junio de este año, por ejemplo, los psiquiatras del Mendoza hospitalizaron a un privado de libertad, quien, por orden de una juez, deberá permanecer internado un año.
Un tribunal de sentencia de una ciudad del norte del país absolvió al preso del delito de homicidio y luego lo envió al psiquiátrico.

Los registros del hospital indican que este ciudadano no sufre problemas de salud que sugieran hospitalización.

Este caso es similar al de otro acusado de homicidio. Un tribunal de sentencia del litoral Atlántico lo absolvió y en julio de 2016 lo remitió al Mario Mendoza.