San Pedro Sula, Honduras.
Las autoridades de Medicina Forense reconocen que trabajan con grandes deficiencias que causan que los cuerpos se descompongan en sus cuartos fríos.
En la morgue sampedrana, al menos 20 cadáveres se descompusieron por fallas en el sistema de refrigeración.
La mayoría de los cuerpos eran de personas que perdieron la vida entre julio y septiembre que estaban en proceso de entrega. El caso está siendo investigado por una comisión del Ministerio Público.
Julissa Villanueva, directora de Medicina Forense, habló en exclusiva para LA PRENSA sobre este hecho y reveló las precarias situaciones con las que trabajan en San Pedro Sula.
La funcionaria reconoció que los cuerpos en estado de putrefacción son la consecuencia de un cuarto frío deficiente, la falta de un generador cuando se va la energía eléctrica, el hacinamiento en el que se encuentran y que no hayan sido reclamados por sus familiares.
“Si ha habido problemas administrativos o si servicio forense no ha sido diligente, eso es lo que vamos a investigar”, manifestó.
Villanueva argumentó que si tuvieran un eficiente sistema de refrigeración los cadáveres no se descompondrían. Señaló que el cuarto frío con capacidad para unos 20 a 25 muertos recibe más de 40. “Cuando ya tenemos 50 cuerpos buscamos la manera de ir a enterrarlos, ya que esto nos genera problemas”.
Hace cuatro meses, la dirección envió de Tegucigalpa a San Pedro un cuarto frío móvil con capacidad para unos 50 cadáveres para utilizarlo en caso de alta demanda.
“Habría que escuchar a la administración sobre ese cuarto móvil si se está utilizando o no”, dijo Villanueva.
Detalló que están a la espera de fondos de la Tasa de Seguridad para renovar por completo el cuarto frío.
El cambio requiere un presupuesto de L2 millones y podría hacerse efectivo en tres meses.
Al consultarle las razones del atraso que existe en la entrega de los cuerpos, indicó que las horas que lleva la investigación criminal son variables en cada caso, sobre todo porque en algunas ocasiones no pueden hacerles exámenes de rayos X por las limitantes. El déficit de médicos forenses es otro factor importante. “Claro que nos hace falta personal. Estamos pidiendo que por lo menos se contrate a cien nuevos forenses. Ahorita, en San Pedro entre todo el personal hay unas 120 personas”.
Agregó que tienen 60 médicos forenses para clínica y para autopsias.
Lo ideal sería que por turno hubiese tres médicos para practicar autopsias, tres forenses para levantamientos, tres fotógrafos, tres inspectores y tres aseadores; pero la realidad es otra.
Medicina Forense carece de un vehículo para hacer los levantamientos, por ello usan un vehículo de paila.
Denis Castro, experto en medicina forense, manifestó que lo ocurrido con los cuerpos demuestra que para el Ministerio Público el mantenimiento y preservación de las piezas de convicción no tienen importancia. “Las piezas de convicción son los cadáveres. Es la más rica fuente de información que hay en el campo forense (...). Evidencia que se destruye a través de los procesos de descomposición, es evidencia que se pierde y afecta a la aplicación de justicia”, enfatizó.
Las autoridades de Medicina Forense reconocen que trabajan con grandes deficiencias que causan que los cuerpos se descompongan en sus cuartos fríos.
En la morgue sampedrana, al menos 20 cadáveres se descompusieron por fallas en el sistema de refrigeración.
La mayoría de los cuerpos eran de personas que perdieron la vida entre julio y septiembre que estaban en proceso de entrega. El caso está siendo investigado por una comisión del Ministerio Público.
Julissa Villanueva, directora de Medicina Forense, habló en exclusiva para LA PRENSA sobre este hecho y reveló las precarias situaciones con las que trabajan en San Pedro Sula.
La funcionaria reconoció que los cuerpos en estado de putrefacción son la consecuencia de un cuarto frío deficiente, la falta de un generador cuando se va la energía eléctrica, el hacinamiento en el que se encuentran y que no hayan sido reclamados por sus familiares.
“Si ha habido problemas administrativos o si servicio forense no ha sido diligente, eso es lo que vamos a investigar”, manifestó.
Villanueva argumentó que si tuvieran un eficiente sistema de refrigeración los cadáveres no se descompondrían. Señaló que el cuarto frío con capacidad para unos 20 a 25 muertos recibe más de 40. “Cuando ya tenemos 50 cuerpos buscamos la manera de ir a enterrarlos, ya que esto nos genera problemas”.
Hace cuatro meses, la dirección envió de Tegucigalpa a San Pedro un cuarto frío móvil con capacidad para unos 50 cadáveres para utilizarlo en caso de alta demanda.
“Habría que escuchar a la administración sobre ese cuarto móvil si se está utilizando o no”, dijo Villanueva.
Detalló que están a la espera de fondos de la Tasa de Seguridad para renovar por completo el cuarto frío.
El cambio requiere un presupuesto de L2 millones y podría hacerse efectivo en tres meses.
Al consultarle las razones del atraso que existe en la entrega de los cuerpos, indicó que las horas que lleva la investigación criminal son variables en cada caso, sobre todo porque en algunas ocasiones no pueden hacerles exámenes de rayos X por las limitantes. El déficit de médicos forenses es otro factor importante. “Claro que nos hace falta personal. Estamos pidiendo que por lo menos se contrate a cien nuevos forenses. Ahorita, en San Pedro entre todo el personal hay unas 120 personas”.
Agregó que tienen 60 médicos forenses para clínica y para autopsias.
Lo ideal sería que por turno hubiese tres médicos para practicar autopsias, tres forenses para levantamientos, tres fotógrafos, tres inspectores y tres aseadores; pero la realidad es otra.
Medicina Forense carece de un vehículo para hacer los levantamientos, por ello usan un vehículo de paila.
Denis Castro, experto en medicina forense, manifestó que lo ocurrido con los cuerpos demuestra que para el Ministerio Público el mantenimiento y preservación de las piezas de convicción no tienen importancia. “Las piezas de convicción son los cadáveres. Es la más rica fuente de información que hay en el campo forense (...). Evidencia que se destruye a través de los procesos de descomposición, es evidencia que se pierde y afecta a la aplicación de justicia”, enfatizó.
