Mantenerse en buena forma física podría mantener al Alzheimer a raya

Al estar en movimiento se mejora la presión arterial, el cerebro, los músculos y otras partes del cuerpo.

  • 01 mar 2022

The New York Times.

Si hubiera algo que pudiera hacer para evitar la enfermedad de Alzheimer, ¿lo haría? Si es así, un nuevo estudio tiene una sugerencia: muévase.

Los participantes que estaban en la mejor forma física tenían unas probabilidades un 33 por ciento más bajas de desarrollar enfermedad de Alzheimer que los que estaban en la peor forma física, encontraron los investigadores. Y aquellos cuya forma física era inferior a la de los que estaban en la mejor forma física tenían, dependiendo de su nivel de forma física, entre un 26 y un 13 por ciento menos de probabilidades de desarrollar la enfermedad, que acaba con la mente, que los que estaban en la peor forma física.

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“Se trata de más evidencias independientes de que una buena salud cadriaca es el mejor camino a una buena salud cerebral”, planteó el Dr. Sam Gandy, director del Centro de Salud Cognitiva Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York.

Gandy, que no participó en el estudio, anotó que mantener tanto una presión arterial como un flujo sanguíneo normales hacia el cerebro es importante para la salud cardiaca y la salud cerebral.

“Pero, a través de nuestros datos, nos hemos enterado de que un control de la presión arterial demasiado agresivo en las personas mayores no siempre es algo bueno, de forma que la situación es muy compleja, y cada estudio se debe escudriñar de forma individual”, comentó.

El nuevo estudio se presentará en la reunión anual de la Academia Americana de Neurología (American Academy of Neurology), que se celebrará del 2 al 7 de abril, en Seattle.

Los investigadores, dirigidos por el Dr. Edward Zamrini, del Centro Médico de la VA de Washington, en Washington, D.C., recolectaron los datos de casi 650,000 veteranos de la base de datos de la Administración de Salud de los Veteranos (VA), con una edad promedio de 61 años, a quienes se dio seguimiento durante unos nueve años. Los participantes se dividieron en grupos, desde los que tenían la peor forma física hasta los que tenían la mejor.

“Un hallazgo emocionante de este estudio es que a medida que la forma física de las personas mejoraba, su riesgo de enfermedad de Alzheimer se reducía, es decir, que no se trataba de un asunto de todo o nada”, comentó Zamrini en una declaración de la reunión.

“Entonces, las personas pueden trabajar para hacer cambios y mejoras incrementales en su forma física, y con algo de suerte esto se asociará con una reducción relacionada en su riesgo de Alzheimer años más tarde”.

“La idea de que se puede reducir el riesgo de enfermedad de Alzheimer sencillamente al aumentar la actividad es muy promisoria, sobre todo dado que no hay tratamientos adecuados para prevenir o frenar la progresión de la enfermedad”, añadió Zamrini. “Esperamos desarrollar una escala sencilla que se pueda individualizar, de forma que las personas puedan ver los beneficios que incluso unas mejoras incrementales en la forma física pueden generar”.

Las investigaciones presentadas en reuniones médicas se consideran preliminares hasta que se publican en una revista revisada por profesionales.

Claire Sexton, directora de programas y alcance científicos de la Asociación del Alzheimer (Alzheimer’s Association), advirtió que este estudio no puede probar que una buena forma física prevenga la enfermedad de Alzheimer, solo que parece haber una conexión.

Tomando esta limitación en cuenta, este estudio pregunta si la buena forma física se asocia con una reducción en el riesgo de enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia. “Estos resultados indican que la respuesta es que sí y, algo importante es que los autores encontraron que en esta población de estudio no hubo un nivel máximo de beneficio, es decir, mientras mejor forma física tenían los participantes del estudio, más bajo era el riesgo”, señaló Sexton.

Anotó que se está iniciando un estudio llamado Estudio para proteger la salud del cerebro mediante intervenciones del estilo de vida para reducir el riesgo, conocido como U.S. POINTER.

La esperanza es que este estudio pueda ayudar a mostrar que el estilo de vida puede tener un efecto positivo en la prevención del Alzheimer y otras demencias, explicó Sexton.