La detección oportuna es la clave contra el Alzheimer

Neuropilo. Es el espacio en el número de conexiones que hay entre neuronas

Los humanos empiezan a perder neuronas a los 29 años. Se calcula que mueren hasta 50 mil por día.

REDACCIÓN. Una de las enfermedades degenerativas que más afecta a la población de adultos mayores es el Alzheimer. Pero resulta difícil la detección temprana de los síntomas y hay confusión.

No obstante, si se presentan tres o cuatro de las funciones cerebrales superiores anormales, es decir, trastornos de memoria, de orientación en tiempo, persona y espacio, de la capacidad de cálculo, juicio, capacidades ejecutivas, abstracción y lenguaje, entre otros, se está caminando hacia una demencia de Alzheimer, advierte el neurólogo Héctor Ramón Martínez.

El Alzheimer se presenta cuando se pierden algunas de las funciones cerebrales superiores como consecuencia de la muerte neuronal en los sectores que se encargan de la memoria y del resto de las funciones propias del ser humano.

ROL DEL OLFATO

Se ha descubierto que el olfato tiene una conexión con los sitios de memoria en el cerebro, en donde se implica el problema del Alzheimer.

A través de una investigación de Harvard se ha detectado que uno de los problemas del Alzheimer es que se deposita una proteína beta amiloide que se supone es tóxica, tanto en los centros de memoria como en el del olfato.

“Obviamente, solo en quienes son susceptibles a padecer la enfermedad; se trata de identificar los signos tempranos y que las personas están conscientes de que es uno de tantos que puede llamar la atención”, explica el experto.

Aquí lo importante es que el paciente sea revisado, ya que todos los sentidos son importantes, porque nos mantienen en conexión con el mundo exterior.

La detección oportuna es la clave contra el Alzheimer

GENÉTICA

Hay algunas tendencias para presentar demencia en algunas familias. Se ha identificado la existencia de ciertos genes que se han señalado como posibles causales de Alzheimer.

Sin embargo, la demencia, como el resto de las enfermedades neurodegenerativas, ocurre por causas diversas: genética, factores ambientales, factores metabólicos, hábitos, infecciones, traumatismos en la cabeza y todos en cierta medida participan en su desarrollo.

SÍNTOMAS

Esta enfermedad degenerativa pasa por varias etapas, enlistadas a continuación.

1. Etapa temprana: tendencia al olvido, pérdida de la noción del tiempo, desubicación espacial, incluso en lugares conocidos.

2. Etapa intermedia: olvidar acontecimientos recientes y nombres de personas, desubicación en el propio hogar, mayores dificultades para comunicarse, necesidad de ayuda con el aseo y cuidado personal, cambios de comportamiento.

3. Etapa tardía: dificultad para reconocer a familiares y amigos, necesidad cada vez mayor de ayuda para el cuidado personal, dificultades para caminar, comporamiento agresivo.

FACTORES DE RIESGO

Antecedentes familiares de demencia, consumo excesivo de alcohol, lesiones en la cabeza, diabetes, enfermedades cardíacas, tabaquismo, hipertensión y sobrepeso.

DIAGNÓSTICO

El neurólogo hace una evaluación general, además del Examen Mínimo del Estado mental, Mini Mental o prueba de Folstein, para detectar si el paciente va en camino a la demencia.

Normalmente se hacen 30 preguntas y si tiene 25 respuestas normales está bien, aunque acuda a consulta porque se le olvidan las cosas.

Si acierta a 24 o 25 puede estar en un estado depresivo que altera la atención y concentración y guarda menos sucesos o recuerdos en los centro de la memoria, entonces se diagnostica una alteración de memoria reciente, sin embargo, no es una enfermedad, sino una denominada pseudodemencia depresiva, y esto es muy frecuente.

“Si el paciente registra 22 puntos o menos está cercano a una demencia y tenemos que hacer pruebas neuropsicológicas, y una resonancia magnética del cerebro para confirmar qué tipo de demencia presenta para orientarnos”, explica.

Afirma que no hay una edad específica para padecerla y se requiere una revisión neurológica si existen algunas alteraciones cognitivas, tales como en los procesamientos de memoria, orientación, cálculo, juicio o abstracción, entre otras.

Para proteger al cerebro de los factores de riesgo que puedan llevar a una demencia se recomienda una vida saludable, comer sano, hacer ejercicio, dormir bien, controlar la presión arterial, las grasas y el azúcar en la sangre, no fumar, además de practicar la escritura, lectura y realizar algunos pasatiempos para ejercitar el cerebro.

La detección oportuna es la clave contra el Alzheimer
Un trauma obstétrico o traumatismo al nacer puede condicionar a alguna secuela o lesión cerebral a futuro.

TRATAMIENTO

No existe una posibilidad clínica que provoque la reversibilidad de este proceso. Pero sí hay medicamentos encaminados a mejorar un poco los procesamientos de memoria, pero no detienen el proceso evolutivo de deterioro neuronal que provoca la demencia.

La rivastigmina puede ayudar en algún pequeño porcentaje a mejorar los procesamientos de la memoria. En tanto, el también investigador recomienda utilizar los antioxidantes naturales que son más efectivos y menos costosos que las sustancias farmacéuticas, para ayudar a lentificar el proceso de deterioro en un paciente con demencia, como el Omega 3, la coenzima Q10, ácido fólico, vitamina D, una dieta bien balanceada con frutas, verduras y pescado.

Un terapista en neurocognición se puede encargar de hacer ejercicios específicos para tratar de mantener activa la funcionalidad cerebral, lo que se llama gimnasia cerebral, y en ocasiones se ofrecen programas para llevar a casa y continuar con estos ejercicios para evitar la progresión de la enfermedad”, aconseja.