SAN PEDRO SULA.
El cáncer de la glándula tiroides, descubriéndolo a tiempo, puede ser tratable.
La endocrinóloga Onix Arita indica que esta enfermedad ha tenido un gran incremento en la actualidad. La tiroides está localizada sobre la tráquea en la cara anterior del cuello.
El cáncer de tiroides tiene su origen en factores genéticos y ambientales. Arita detalla que esta glándula es el motor biológico del organismo.
“Es un órgano vital, ya que produce la hormona tiroidea indispensable en las funciones del metabolismo”.
Evaluación.
Detalla que el principal método de detección es la evaluación física que hace el médico.
Una historia clínica detallada y examen físico del cuello son fundamentales. Debe solicitar un ultrasonido y pruebas de función tiroidea, necesarias para verificar si presenta nódulos o lesiones.
“Si se presentan deberá someterse a una biopsia de la lesión, la cual determinará el diagnóstico definitivo. En algunos casos, el cintigrama de tiroides es necesario”, asegura.
Es importante someter al paciente a una cirugía para extirpar el tumor y terapia de Iodo radiactivo (I131), “se envía al patólogo para que verifique si es benigno o maligno.
Con la cirugía se puede reducir la posibilidad de una metástasis e iniciar el uso de la hormona de tiroides de sustitución, la cual es permanente. Ameritará un protocolo de seguimiento con rastreos y medición de tiroglobulina.
“En Honduras el hospital Cemesa cuenta con el servicio de medicina nuclear y con el tratamiento de Iodo radiactivo”, comenta.
Sépalo
1. En un principio es asintomático. Se detectan ganglios o masa en el cuello. Tos y disfonía son síntomas raros. Usualmente son indoloros.
2. Para que el tratamiento sea efectivo debe haber un equipo multidisciplinario y servicio de medicina nuclear.
3. Una evaluación anual en personas con factores de riesgo. Evaluación clínica, ultrasonido y medición de la hormona tiroidea en sangre.