¿Cuáles son los mejores zapatos para las rodillas con artritis?

Más o menos 1 de cada 4 adultos de a partir de 45 años tienen rodillas artríticas

  • 19 ene 2021

The New York Times.

Muchos estadounidenses sufren de unas dolorosas rodillas artríticas, pero un estudio reciente encuentra que usar el tipo correcto d e zapato podría ayudar a aliviar la incomodidad.

Los pacientes con artritis de rodilla tendrán un mayor alivio del dolor si eligen usar zapatos resistentes y con soporte en lugar de un calzado bajo y flexible, encontraron unos investigadores de Australia.

'Un ’ zapato resistente y con soporte’ es un zapato que ofrece estabilidad al pie, mediante características de control del movimiento, por ejemplo una plantilla ortopédica', explicó la autora del estudio, Rana Hinman, profesora de fisioterapia de la Universidad de Melbourne. 'También tiene un talón grueso y acolchado, y una suela que no se dobla con facilidad'.

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Al contrario, anotó Hinman, 'un ’zapato bajo y flexible’ pesa menos, no tiene una plantilla ortopédica ni características de control del movimiento, tienen un talón bajo con un acolchado mínimo o sin acolchado, y tiene una suela flexible que se dobla con facilidad'. Más o menos 1 de cada 4 adultos de a partir de 45 años tienen rodillas artríticas, anotó Hinman.

'Creo que es bastante intuitivo que un zapato estructurado será más estable y mejor para los pacientes con artritis', comentó el doctor Jeffrey Schildhorn, cirujano ortopédico del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York. 'En mi consultorio y en mi vida he hallado que es cierto. Pero este estudio es el primero que de verdad lo observa de forma rigurosa, y que muestra mediante una ciencia sólida que no es solo anecdótico'.

Como anotó el equipo australiano, a las personas con unas rodillas frágiles y dolorosas con frecuencia se les aconseja que usen zapatos con soporte. Pero hay una corriente de pensamiento que plantea que los zapatos flexibles podrían ofrecer un mayor beneficio, porque proveen una experiencia más parecida a andar descalzo.

Tras trabajar con 164 pacientes con artritis de rodilla en el área de Melbourne, el equipo de Hinman encontró que 'un 58 por ciento de las personas que usaron zapatos resistentes con respaldo experimentaron una reducción significativa en el dolor de rodilla al caminar, en comparación con apenas un 40 por ciento de las personas que usaron zapatos bajos y flexibles'.

Hinman también anotó que 'fue mucho menos probable que los zapatos resistentes con soporte provocaran efectos adversos en la rodilla y otras articulaciones, como dolor de tobillo/pie [o] inflamación de la rodilla'. Además, las personas que usaron zapatos bajos flexibles reportaron el doble de efectos adversos que las personas que usaron los zapatos resistentes con soporte.

La conclusión fue que 'los zapatos son una opción fácil que puede ayudar a las personas a autogestionar el dolor de la osteoartritis de rodilla', aseguró Hinman. 'Los pacientes con osteoartritis de rodilla deben pensar con cuidado en el calzado, y elegir los zapatos que sea más probable que reduzcan su dolor de rodilla'.

Aseguró que 'para alguien con osteoartritis de rodilla, un zapato estructurado es casi como un Rolls-Royce cuando pasa por un bache. Porque el problema de la rodilla artrítica es que las articulaciones no están alineadas de forma adecuada, y ya no son tan ágiles. Y el cartílago tiene huecos, como adoquines, que se desgastan'.

Un zapato estructurado puede absorber esos problemas, dijo Schildhorn. Pero un zapato estructurado, o el pie descalzo, 'depende de que todas las articulaciones del cuerpo funcionen justo de la forma para la que fueron diseñadas. Deben tener la alineación correcta, los ligamentos tienen que estar funcionales, y las articulaciones deben ser ágiles para absorber las cargas cuando se camina en áreas desniveladas. Porque se necesita que el cuerpo se ajuste a esas variaciones'.

La Arthritis Foundation, con sede en EE. UU., está de acuerdo en que los pacientes deben prestar atención al estilo y al ajuste de los zapatos que usan. Pero cita unos hallazgos contradictorios respecto a las mejores prácticas.

Por ejemplo, los expertos de la fundación reconocieron que los zapatos y las botas estables (sin tacones) pueden ser útiles para algunas personas.

Pero también resaltan investigaciones anteriores sobre las rodillas que indican que algunos zapatos bajos (como las chanclas) podrían provocar menos estrés en las rodillas que unos zapatos más estables. Pero otros, como las sandalias con correas flojas y los llamados 'guantes para los pies', podrían resultar problemáticos.