Rob Kardashian comenzó su mañana del miércoles con un ataque a Blac Chyna a través de las redes sociales, la madre de su bebé Dream.
En una serie de mensajes publicados en Instagram y Twitter, Kardashian acusó a Chyna de infidelidad y uso de drogas y afirmó que esta lo estaba explotando financieramente. Él la llamó una infiel, un fraude y una 'persona loca' y publicó un video de Chyna besando a otro hombre que el Kardashian afirmó había sido enviado por ella misma el cuatro de julio.
Rob fue elevando el tono que paso de burla a algo más serio: las fotos íntimas de la cantante, primero en Instagram y más tarde en Twitter, compartidas con sus casi 10 millones de seguidores, aparentemente sin el permiso de Chyna.
Desde el año 2014, el código penal de California ha definido 'pornografía por venganza' o 'pornografía no consensual', como la distribución intencional de fotos íntimas o videos de otra 'persona identificable' que tenían la intención de permanecer en privado y, al ser compartidas causan 'grave angustia emocional' al afectado.
El delito tiene una pena de hasta seis meses de cárcel y una multa de hasta $ 1,000 dólares.
La pornografía por venganza es 'una afirmación de control y dominio', dijo la abogada de celebridades Lisa Bloom, que a menudo representa víctimas de maltrato sexual, al diario The washington Post.
Bloom dijo que la mentalidad del distribuidor, a menudo un examante agraviado, es esta: 'Voy a volver a ti por humillarte'.
De esa manera, cree que la ley de pornografía por venganza de California 'se aplica claramente' al comportamiento de Kardashian hacia Chyna.
'El punto principal es que incluso si Chyna le envió fotos de desnudos, si no quería que publicaran públicamente, la ley la protege', dijo Bloom a The washington Post.