México sepulta a las víctimas del terremoto en medio de reclamos de ayuda

<div id='DTElementID-14009471' class='WebText'<strongOaxaca, M&eacute;xico</strong El sur de M&eacute;xico enterraba este domingo a muchos de las decenas de muertos por el terremoto que devast&oacute; comunidades enclavadas en las monta&ntilde;as y en donde ahora se multiplican los reclamos por la ayuda que llega a cuentagotas. El ministerio de Gobernaci&oacute;n (Interior) mantiene la cifra oficial de 65 muertos, pero revisaba un reporte preliminar de 25 fallecimientos m&aacute;s en Oaxaca, que de confirmarse elevar&iacute;a a 90 las v&iacute;ctimas mortales del terremoto de 8,2 grados, el mayor en un siglo, de la medianoche del jueves. Mientras, la ayuda humanitaria apenas empieza a llegar a las comunidades m&aacute;s aisladas de Chiapas y Oaxaca, algunas de ellas de dif&iacute;cil acceso por estar entre monta&ntilde;as. Pero muchos pobladores, angustiados al ver su casa en escombros o a punto de venirse abajo con las r&eacute;plicas del sismo, se desesperan y denuncian sentirse abandonados por las autoridades mientras los comerciantes disparan los precios. En Juchit&aacute;n, una localidad en Oaxaca de 100.000 habitantes y convertida en el epicentro de la tragedia con 37 muertos confirmados, numerosas familias tratan de reanudar su vida tras otra noche de terror por las constantes r&eacute;plicas que ya suman m&aacute;s de 800. La familia Luis termin&oacute; improvisando una vivienda bajo un enorme &aacute;rbol luego de que su casa se desmoron&oacute;. Recuperaron una mesa, sillas, hamacas y unas cobijas para pasarla lo mejor posible. Pero es dif&iacute;cil. 'Antes compr&aacute;bamos un pollo en 70 pesos (4 USD), ahora lo venden a 300 (17 US). Me angustia mucho, por m&aacute;s que yo quiera comprarles a mis hijos cuando me piden, no me alcanza ', explica a la AFP la madre de la familia, Juana Luis, de 40 a&ntilde;os, sin poder contener las l&aacute;grimas. Esta mujer, junto con otras vecinas, sali&oacute; a 'pelear' las despensas del gobierno, Y lograron que militares les entregaran una peque&ntilde;a caja con galletas, frijoles, arroz, leche en polvo y caf&eacute; En la plaza de la iglesia de Martes Santo se instalaron familias con ni&ntilde;os y ancianos, temerosos de que sus casas terminen de desmoronarse. Tampoco quieren ir a albergues, pues temen que les roben lo poco que les queda. En la lluviosa ma&ntilde;ana, las mujeres se organizaron para cocinar el desayuno en plena calle, mientras los hombres y los ni&ntilde;os trataban con las manos de retirar los escombros de sus casas: bloques de concreto, vigas de madera, ventanas rotas, tejas destruidas. 'Seguimos sin agua y sin luz, dormimos con los ni&ntilde;os aqu&iacute; afuera, nadie ha venido a ayudarnos', dijo a la AFP Mar&iacute;a de los Angeles Orozco. --'La vida no vale nada'-- En las calles se suced&iacute;an numerosas procesiones f&uacute;nebres entre muestras de dolor y una estridente m&uacute;sica que tocaban bandas para despedir a los muertos, como marca la tradici&oacute;n en Juchit&aacute;n, habitada principalmente por ind&iacute;genas de la etnia zapoteca. Uno de los funerales m&aacute;s multitudinarios fue el de un polic&iacute;a local cuyo cuerpo sin vida fue rescatado la tarde del s&aacute;bado en el sito donde se erig&iacute;a el palacio municipal; una majestuosa construcci&oacute;n derribada por el sismo. Una camioneta con los restos del polic&iacute;a era seguida por decenas de sus compa&ntilde;eros, familiares y una banda que entonaba una canci&oacute;n ranchera que clama 'la vida no vale nada'. En otro punto de la comunidad desped&iacute;an a Manuela Villalobos, de 85 a&ntilde;os. Muri&oacute; al desplomarse el techo de su casa mientras dorm&iacute;a. 'Era una mujer muy fuerte, velaba para que las nuevas generaciones conocieran las tradiciones zapotecas, como los rituales de funerales', coment&oacute; su nieto Cristian Juarez, de 46 a&ntilde;os, m&eacute;dico de profesi&oacute;n. Sollozos y lamentos se escuchaban ante el pante&oacute;n de la localidad, donde tres ancianas ind&iacute;genas vistiendo sus tradicionales ropas de coloridos bordados vend&iacute;an p&eacute;talos de flores rojas a los dolientes. El sismo ocurri&oacute; a las 23H49 locales del jueves (04H49 GMT del viernes) cerca de la localidad de Tonal&aacute; (Chiapas), en el Pac&iacute;fico, a unos 100 kil&oacute;metros de la costa. Ciudad de M&eacute;xico, devastada el 19 de septiembre de 1985 por un sismo de 8,1 grados que dej&oacute; m&aacute;s de 10.000 muertos, se estremeci&oacute; por el terremoto, pero sali&oacute; ilesa debido a la lejan&iacute;a del epicentro.</div

México sepulta a las víctimas del terremoto en medio de reclamos de ayuda

Impacto del terremoto en México crece con 90 muertos y millones de afectados.