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Próximamente en su mesa: un café más caro

  • 08 octubre 2014 /

La sequía en Brasil intensifica los temores sobre un continuo aumento de los precios.

Nueva York, Estados Unidos.

La espiral ascendente en que se mueven los granos del café significa que pronto esa inyección matutina de cafeína podría salirle más cara.

Los precios del café arábica su­bieron a su nivel más alto en dos años y medio en momentos en que el clima seco en Brasil aumenta las dudas sobre la cosecha del próxi­mo año.

Los precios del grano en el mercado internacional se han casi duplicado este año debido a una escasa lluvia que ha reducido la cosecha del mayor productor del mundo y elevado los temores so­bre la suerte de los ya debilitados cafetos en la próxima temporada.

Brasil es la fuente de un tercio del café mundial y de casi de la mi­tad de los granos arábica, codicia­dos por su sabor suave y usados en mezclas gourmet.

Los consumidores ya han sen­tido el alza de los precios en cafe­terías como las de la cadena Star­bucks Corp. Ahora, operadores e inversionistas dicen que el regre­so del clima seco en Brasil podría mantener los precios altos por varios años más, particularmen­te si los árboles perennes están dañados.

“Brasil es para el mercado del café lo que Arabia Saudita es para el petróleo”, señala Harish Sunda­resh, estratega de materias primas de Loomis, Sayles & Co., una fir­ma de asesoría de inversiones de Boston que maneja un portafolio de alrededor de US$220.000 mi­llones. “Si Brasil se desbarranca, definitivamente preocuparía al mercado”.

Sundaresh ha hecho apuestas en el mercado de futuros que se be­neficiarían del alza de los precios del café y espera que el arábica se negocie a entre US$2 y US$3 la li­bra el próximo año.

En junio, J.M. Smucker Co. se convirtió en la primera tostadora importante de Estados Unidos en casi tres años en elevar los precios del café, al anunciar un alza pro­medio de 9% en el costo de marcas populares de supermercado como Folgers y Dunkin’ Donuts. Poste­riormente, Kraft Foods Group Inc. y Starbucks también subieron sus precios.

“Si no hay lluvia, es obvio que Starbucks y todos ellos sentirán la presión”, dice Jonathan Camarda, gestor ejecutivo de patrimonio de Camarda Wealth Advisory Group. El gestor, quien administra alrede­dor de US$210 millones, está con­siderando aumentar sus tenencias de iPath Pure Beta Coffee, un ins­trumento que cotiza en bolsa, el cual compró por primera vez en agosto. Los precios “definitiva­mente subirán más”, afirma.

Smucker y Kraft no respondie­ron inmediatamente a pedidos de comentarios. Starbucks se negó a hablar sobre planes de precios o es­trategias para este artículo, citan­do razones de competitividad.

Sin embargo, algunos opera­dores dicen que una demanda dé­bil de las tostadoras a los precios actuales podría frenar el ascenso. Muchas tostadoras postergaron un alza de precios utilizando sus reservas de granos más baratos.
“Todavía no hay una demanda considerable”, asevera Rodrigo Costa, a cargo de las operaciones de café en la corredora Newedge en Nueva York. “Es muy pronto para tener una idea clara del daño”.

Starbucks indicó en una confe­rencia telefónica con inversionis­tas en julio que ya se había asegu­rado precios fijos para 60% de sus necesidades de café en 2015.

Will Slabaugh, vicepresidente de Stephens Inc. que cubre Star­bucks, apunta que en este momen­to la compañía se ha asegurado los precios para 2015 y que ya ha em­pezado a hacer lo mismo para el siguiente año. Slabaugh augura un “2016 con más vientos en contra”.

Aun así, los aumentos de pre­cios podrían no manifestarse rápi­damente en una menor demanda.
Los consumidores estadouni­denses, por ejemplo, probable­mente no dejarán de consumir café hasta que los precios suban al me­nos 30%, dice Thom Blischok, di­rector de estrategia minorista de Strategy&, una firma de consul­toría conocida antes como Booz & Co.

Blischok señala que los fabri­cantes y minoristas probablemen­te cambien el tamaño de sus empa­ques de café para evitar subir más los precios. “El café es un producto básico” para los estadounidenses, afirma. “Será muy difícil que aban­donen su taza de café”.

La cosecha que acaba de finali­zar fue la más pequeña de Brasil en tres años, luego de que la principal región de cultivo experimentó este año su peor sequía en décadas.

En julio, lluvias que no son propias de esa época ocasionaron que algunos árboles florecieran más temprano para la cosecha del próximo año.

No obstante, el clima seco que siguió hizo que las flores de algu­nos de esos árboles cayeran y que otras ni siquiera llegaran a flore­cer. Esto evitó el desarrollo de las cerezas del café que contienen las semillas que son tostadas para convertirlas en granos.
“Si no hay una precipitación considerable en septiembre, se prevé una situación alarmante con pérdidas sustanciales para 2015”, advirtió el Consejo Nacional del Café de Brasil, que agrupa a cul­tivadores.

El próximo año será el menos productivo del ciclo cafetero bie­nal de Brasil, lo que significa que la cosecha de por sí será menor, sin contar el clima inusual.

La producción global de café podría ser inferior a la demanda en la temporada que empieza el 1 de octubre por el margen más am­plio desde la cosecha que concluyó en 2006, dijo en julio la Organiza­ción Internacional de Café.

“Brasil se encamina a tener dos años de déficit”, asevera Brian Kurtzer, gestor de portafo­lio sénior de Verity Asset Manage­ment, que administra alrededor de US$410 millones.

El café arábica es el único commodity en el que Kurtzer apuesta a un aumento del precio, explica.
En agosto, Kurtzer compró ac­ciones en iPath Dow Jones-UBS Coffee Subindex Total Return, un instrumento de inversión que co­tiza en bolsa y que sigue los pre­cios del café, y reforzó su apuesta el mes pasado.