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La economía global preocupa a la Fed y dispara a los mercados

  • 08 octubre 2014 /

Las preocupaciones de la Fed son una buena noticia para los mercados accionarios puesto que le dan a la entidad nuevas ra­zones para mantener en casi cero las tasas de interés de referencia.

Nueva York, Estados Unidos.

Las dudas acerca del vigor de la economía mundial, y en parti­cular de la zona euro, siguen sa­cudiendo los mercados.
El Promedio Industrial Dow Jones registró el miércoles su mayor alza en lo que va del año y recuperó 274,83 puntos, o 1,6%, luego de conocerse recientes mi­nutas de la Reserva Federal que muestran la creciente alarma del banco central estadounidense ante el debilitamiento global y el fortalecimiento del dólar. El martes, el Dow Jones cayó casi 273 puntos, o 1,6%, ante la evi­dencia de las crecientes grietas en la economía europea y la fal­ta de consenso entre sus líderes para abordar la desaceleración.

Las preocupaciones de la Fed son una buena noticia para los mercados accionarios puesto que le dan a la entidad nuevas ra­zones para mantener en casi cero las tasas de interés de referencia, pese a la mejoría de la economía estadounidense. Un escenario de tasas de interés bajas incentiva la inversión en activos de mayor riesgo como la renta variable en EE.UU. y las acciones, bonos y monedas de los países emergen­tes. El Dow Jones cerró la jornada del miércoles en 16.994,22 pun­tos. En tanto, el S&P 500 avanzó 1,75% y el índice Compuesto Nas­daq trepó 1,9%.

“Estas minutas confirmaron que, si se equivocan, prefieren demorarse más de la cuenta (en subir las tasas) que intervenir antes de tiempo”, dice Brian Ja­cobsen, estratega jefe de porta­folio de Wells Fargo Funds Ma­nagement, que administra unos US$242.000 millones. “Es por eso que es tan favorable a un alza” de los mercados.

En su reunión del 16 y 17 de septiembre, la Fed manifestó su preocupación de que el decep­cionante crecimiento en Euro­pa, Japón y China pudiera mer­mar las exportaciones de EE.UU. A su vez, la apreciación del dólar podría ayudar a mantener la in­flación por debajo de la meta de 2% al reducir el costo de las im­portaciones. Tales inquietudes estuvieron entre las razones que llevaron al banco central a recor­tar su proyección de crecimiento de mediano plazo.

“Algunos participantes ma­nifestaron su preocupación de que el persistente déficit de cre­cimiento económico e inflación en la zona euro conduzca a una nueva apreciación del dólar y te­ner efectos adversos en el sector externo de EE.UU.”, según las mi­nutas. “Varios participantes aña­dieron que el menor crecimien­to económico en China o Japón o acontecimientos imprevistos en Medio Oriente o Ucrania podrían presentar un riesgo parecido”.

Las dudas acerca de la eco­nomía global y el impacto eco­nómico de la fortaleza del dólar constituyen un nuevo giro en el debate constante de la Fed acer­ca de cuándo será el mejor mo­mento para elevar las tasas de interés de corto plazo. Varias autoridades de la entidad prevén que las tasas comiencen a subir a mediados de 2015, aunque la mejora del empleo ha llevado a algunos a presionar por hacerlo antes de esa fecha.

Las minutas mostraron con mayor claridad que antes que las dudas sobre el ímpetu de la economía global y el impacto de una divisa fuerte sobre la infla­ción están haciendo reflexionar al banco central sobre la opor­tunidad de decidir el alza de las tasas.

Los rendimientos del bono del Tesoro estadounidense a 10 años cayeron 0,02 puntos porcentua­les para quedar en 2,331%. El dó­lar cedió el miércoles, pero se ha apreciado en los últimos meses. El euro acumula un descenso de más de 7% frente al dólar este año, la mayor parte del cual se ha producido desde junio. El índice del dólar que elabora The Wall Street Journal, que mide el des­empeño de la divisa estadouni­dense contra el de otras mone­das, registra un aumento de más 5% en lo que va del año.

La Fed también ha empezado a expresar con mayor claridad sus inquietudes sobre el pano­rama global. “La apreciación del dólar y el debilitamiento de las perspectivas de crecimiento in­ternacional”, sumados a los ba­jos precios de la energía, tendrán el efecto de “aliviar las presiones inflacionarias”, dijo William Du­dley, presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York el martes.
Jon Faust, director del Centro para la Economía Financiera de la Universidad Johns Hopkins y ex asesor de la Fed, señala que el fortalecimiento del dólar ya ha empezado a restringir las condi­ciones del sistema financiero de EE.UU. sin necesidad de que el banco central aumente las tasas de interés.

“Puesto que las condiciones financieras son menos expansi­vas, pueden ser más pacientes a la hora de contemplar un incre­mento de las tasas,” asevera.

De todos modos, la Fed tiene que tomar algunas decisiones difíciles en los próximos meses. El mercado laboral de EE.UU. ha mejorado mucho más rápido de lo previsto y Janet Yellen, la pre­sidenta de la entidad, ha reite­rado que la mejora del empleo es una de las condiciones clave que se tienen que cumplir antes de empezar a elevar las tasas. En diciembre de 2013, la Fed no preveía que la tasa de desempleo cayera por debajo de 6% antes de finales de 2015. Sin embargo, lle­gó a 5,9% en septiembre.

Eso podría ser una señal de una menor capacidad ociosa en el mercado laboral y de que po­drían estar surgiendo algunas presiones inflacionarias. Las bajas tasas de interés también podrían fomentar un sobreca­lentamiento de los mercados fi­nancieros que podría desembo­car en turbulencias en el sistema financiero más adelante. La Fed trata de equilibrar tales inquie­tudes contra el temor de subir las tasas con demasiada antela­ción y ahogar la recuperación.

Según las minutas, la deci­sión de la Fed sobre una posible alza de las tasas depende de la evolución de la economía.