Tegucigalpa, Honduras.
Después de desempeñar cargos en El Salvador y Ecuador, el ejecutivo Carlos Habencio Fernández regresa a su cuna natal para dirigir el nuevo rumbo de la Cervecería Hondureña SA, CHSA.
La cervecería es subsidiaria de BevCo, con sede en las Islas Vírgenes Británicas, propietaria del 99.6% de las acciones; el porcentaje restante corresponde a inversionistas nacionales y extranjeros. A su vez, BevCo pertenece a SABMiller plc.
Carlos Habencio llegó al país procedente de Guayaquil, Ecuador, donde se desempeñaba como presidente de Cervecería Nacional de Ecuador por tres años.
Antes de eso fue presidente de SABMiller El Salvador por dos años y siete meses, es decir una larga trayectoria al frente de las principales operaciones de SABMiller en Latinoamérica.
Fernández, quien sustituye al británico Boyce Lloyd, llega al país para liderar la inversión de unos 90 millones de dólares en mejoras en infraestructura y planes de aumentar la producción.
Actualmente la elaboración de cervezas tiene un aumento anual de 20,000 botellas de 12 onzas y más de 100,000 refrescos.
En 2014, la producción nacional de cervezas cerró en 294,308 botellas y la de refrescos los 2,359,455 envases. A esto se suma la importación de marcas distribuidas por la Cervecería Nacional.
¿Quién es?
El ingreso de Carlos Habencio Fernández a la industria cervecera se dio en 1989, y desde entonces ha ocupado importantes posiciones en el área comercial. Su buen desempeño motivó a SABMiller a nombrarlo vicepresidente de ventas y distribución en Cervecería Hondureña (2002-2007) y vicepresidente de ventas de Backus en Perú (2007-2009).
Ocupó la presidencia de Industrias La Constancia en El Salvador (2009-2013), cuya gestión permitió un crecimiento importante de esta operación hasta convertirse en un ejemplo de mejores prácticas para la región.
En 2011, con la corporación Industrias La Constancia lideró las inversiones por 45 millones de dólares. La contribución de esa empresa a El Salvador superaba los 2,800 empleos, entre directos e indirectos, y 85.4 millones de dólares pagados en impuestos en 2010.
Además del pago de 37.2 millones de dólares en pagos de salarios y beneficios a sus trabajadores; y un gasto de 145 millones de dólares en compras de productos y servicios nacionales.
En Ecuador, Carlos Habencio reemplazó en el cargo a Alfonso Bosch, con el firme propósito de consolidar el liderazgo de la cervecera ecuatoriana a través de un modelo colaborativo y motivador.
Siempre se presenta como Carlos Habencio. Prefiere que lo llamen así, con ambos nombres, porque aportan a su “autenticidad”. “En la vida he conocido a tres hombres que se llaman Habencio: mi abuelo, mi padre y yo”, dice el presidente ejecutivo de Cervecería Hondureña.
Su hobby es la fotografía. “Yo vivía de eso”, dice Carlos Habencio Fernández, hoy de 61 años y con una vida profesional que dio un giro de 180 grados.
Su primer trabajo formal se dio en un banco hondureño como desarrollador de proyectos municipales, pero su carrera empresarial la inició a los 26 años, luego de graduarse de máster en el Incae (Instituto Centroamericano de Administración de Empresas).
 Carlos Habencio Fernández ingresó a la industria cervecera en 1989.
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Fue Cervecería Hondureña (productora de cerveza y embotelladora autorizada de Coca-Cola) la base de su ascenso. Allí “empecé como analista financiero, para luego pasar al área de publicidad y mercadeo, hasta llegar a ser el gerente de operaciones de bebidas gaseosas”, dice.
Cuando SabMiller llegó a Latinoamérica, compró algunas firmas como Cervecería Hondureña. Eso, explica Fernández, no solo fortaleció las operaciones sino que promovió su traspaso como ejecutivo a países como Perú y El Salvador. “Y así, hasta que un día recibí una llamada en la que se me propuso manejar la operación de un país más grande. No me dijeron dónde, pero dije que sí”.
Dos meses después se enteró de que era Ecuador donde SabMiller también tiene participación. Desde julio de 2013 le tocó no solo adaptarse al mercado ecuatoriano sino a nuevos cambios.
Bajo su mandato diversificó el número de marcas de bebidas (pasó de dos a cinco) y embarcó a la cervecería al cambio de matriz productiva que generó la sustitución de importaciones por $25 millones (en etiquetas y tapas) y la creación de una nueva línea de producción.
Con una inversión de $10 millones, en diciembre de 2014, la firma inauguró un área que le permite producir latas para envasar bebidas y crear 50 nuevas plazas de empleo. Antes los envases llegaban de Colombia.
Por su experiencia y retos que ha enfrentando, Fernández traza nuevos retos para Honduras que se centran en la mayor producción y el impulso a nuevos nichos de consumo y aumentar el ritmo de crecimiento.
Y es que la cadena de valor de la Cervecería participan 2,146 proveedores nacionales activos, una fuerza laboral de 3,109 colaboradores directos y 71,783 detallistas, de los que dependen más de 642 mil personas en todo el país.
El aporte de esta empresa es del 3.1% al producto interno bruto del país, lo que representó 3,790 millones de lempiras en ingresos tributarios al Estado en 2014. Los proveedores locales captan más del 80.5% de las compras.
