26/04/2024
11:24 PM

China paga caro su ofensiva global para acumular materias primas

La mina Sino Iron costó casi cuatro veces lo presupuestado y, dicen analis­tas, generará pérdidas de cien­tos de millones de dólares en 2014, su primer año completo de producción.

Cape Preston, Australia.

Una mina de hierro de US$10.000 millones cuyo desarrollo en este remoto puerto de Australia ha lle­vado más de ocho años sirve como un nítido ejemplo de que la ofensi­va china para acumular materias primas en todo el mundo no ha dado los resultados esperados.

La mina Sino Iron, de Citic Pacific, costó casi cuatro veces lo presupuestado y, dicen analis­tas, generará pérdidas de cien­tos de millones de dólares en 2014, su primer año completo de producción.

Citic Pacific, una filial del gi­gante estatal chino Citic Group, y sus contratistas cometieron una serie de errores, desde pen­sar que podían importar traba­jadores y pagarles salarios de China hasta una apuesta fallida en los mercados de divisas que obligó a la empresa a solicitar un rescate de US$1.500 millones de su casa matriz.

Ahora, Sino Iron está final­mente extrayendo mineral de hierro, pero sigue inmersa en una batalla judicial con su socio australiano, Clive Palmer, magna­te de los bienes raíces y político que ha acusado a Citic Pacific de tomar recursos australianos sin pagarlos en su totalidad.

“Fue un doloroso proceso de aprendizaje”, reconoce Zhang Jijing, quien dirigió por 16 años las operaciones de Citic Group en Australia antes de asumir como presidente y director ejecutivo de Citic Pacific, que ahora se llama Citic Ltd. “No me percaté de que iba a ser tan difícil”.

Durante la última década, China ha estado en una carrera para comprar commodities glo­balmente mientras su economía prosperaba. Las necesitaba para nutrir sus fábricas y descartar cualquier dependencia de las po­tencias occidentales para obtener materias primas. La inversión in­ternacional de China en recursos naturales se disparó a US$53.300 millones en 2014, desde US$8.200 millones en 2005, según los cen­tros de estudio estadounidenses American Enterprise Institute y Heritage Foundation.

Ahora se ha vuelto evidente que la ola de compras de China produjo muchas inversiones in­fructuosas. Muchos acuerdos de envergadura arrojan pérdidas, enfrentan costos imprevistos o generan menos producción de la estimada. Algunos inversionistas chinos se están alejando de los recursos naturales, lo que podría presagiar la llegada de menos di­nero a países de América Latina, Asia y Medio Oriente.

Las explicaciones varían. Chi­na llegó tarde al auge de los re­cursos naturales y a menudo pagó en exceso por activos que las fir­mas occidentales no querían com­prar o querían vender. En general, China pagó 20% más por activos de crudo y gas que el promedio, calcula Scott Darling, director re­gional para Asia de investigación de hidrocarburos de J.P. Morgan Chase & Co.
China Petroleum & Chemi­cal Corp., más conocida como Sinopec, desembolsó en 2010 US$4.650 millones por la par­ticipación de la estadouniden­se ConocoPhillips en la empresa de arenas bituminosas Syncrude Canada Ltd. El precio representó una prima de 10% sobre su valor de mercado. Posteriormente, el proyecto sufrió alzas de costos y una caída en la producción.

Sinopec manifestó que Syn­crude era el único proyecto de arenas bituminosas de su escala disponible en ese entonces y que el precio fue razonable. La pro­ducción y la rentabilidad de Syn­crude eran estables hasta hace poco, afirmó. La empresa prevé que el proyecto siga en produc­ción durante 60 años.

Los proyectos mineros y ener­géticos son complicados por na­turaleza y las empresas occiden­tales también han tenido sus problemas. Analistas dicen que China recién se da cuenta de las duras realidades.

Algunas de las inversiones de China que hoy parecen falli­das podrían generar ganancias si hay una escasez de commodi­ties y suben los precios. Algunos de los pactos más importantes, como la adquisición por Sinopec de activos petroleros en Rusia por US$3.500 millones en 2006, pare­cen ser rentables o estar al borde de la rentabilidad, según informes de la compañía y de la prensa.

Una filial de China Minmetals Corp. lideró un grupo que compró por US$5.850 millones una mina de cobre en Perú que estaba en manos de Glencore Xstrata PLC.

Sin embargo, los propios fun­cionarios chinos reconocen los percances. El director de la aso­ciación minera china estimó el año pasado que 80% de los acuer­dos mineros en el exterior no ha­bían dado frutos.

La Oficina Nacional de Audi­toría de China atribuyó en junio a una gestión deficiente las pér­didas en al menos 10 inversio­nes extranjeras realizadas por el fondo soberano China Investment Corp., que gestiona US$600.000 millones y que entre 2009 y 2012 compró activos de recursos na­turales por decenas de miles de millones de dólares.

CIC ha empezado a dejar de invertir en energía y optado por otros sectores, dicen fuentes. Las inversiones en energía y metales conforman sólo dos tercios de sus inversiones en el exterior en 2013, frente a 80% en 2005, según los datos de American Enterprise Institute y Heritage Foundation.

“El gobierno dijo que de ahora en adelante, la política de ‘com­prar cualquier activo a cualquier precio’ terminó”, dice Por Yiang-liang, analista de BNP Paribas.

Las desventuras de Citic Paci­fic en Australia sugieren que Chi­na está cambiando de curso.
Citic Pacific firmó en marzo de 2006 un acuerdo con Palmer, quien poseía los derechos para ex­traer mineral de hierro alrededor de Cape Preston. La meta era ali­mentar tres siderúrgicas que ope­ran en China. Citic Pacific pagó a la empresa de Palmer, Mineralogy Pty. Ltd., US$415 millones y acor­dó invertir US$2.500 millones para construir las instalaciones y un puerto. La mina comenzaría a operar en 2009. También acce­dió a pagarle a Mineralogy rega­lías sobre cada tonelada produci­da de mineral de hierro y pagar una multa si la mina no producía al menos seis millones de tonela­das al año para 2013.

Consultores australianos es­timaron que una iniciativa de la mitad de esta envergadura de­moraría cinco años y exigiría una inversión de US$5.000 millones. Metallurgical Corp. of China, la empresa contratada para cons­truir el proyecto, dijo que lo po­día hacer en tres años y por sólo US$2.500 millones.

En diciembre de 2013, Citic Pacific puso fin a su relación con MCC y asumió la construcción de las últimas cuatro líneas de pro­ducción de la mina. Realizó una sencilla ceremonia para celebrar el primer envío de mineral de hie­rro desde Cape Preston a China.
Citic Pacific reveló en febre­ro la magnitud de la cuenta: una inversión de US$9.900 millones y una deuda US$3.600 millones para un activo que la firma valúa en menos de US$7.000 millones.

Zhang sostiene que los cos­tos caerán cuando se terminen de construir las cuatro líneas que faltan. Pero lo peor ya que­dó atrás, asegura.