San Pedro Sula, Honduras.
Diversos analistas han predicho que los medios electrónicos de pago serán el futuro de las transacciones. La tendencia crece en Honduras.
Un informe de la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS) publicado ayer establece que a junio de 2015 se totalizaron un poco más de 2.9 millones de tarjetas de débito que circulan en el mercado nacional.
Esta cifra representa un crecimiento interanual de 428,525 en relación con junio de 2014, período en que se registraba una cantidad ligeramente superior a 2.5 millones de tarjetas otorgadas por bancos comerciales.
Avance
En tanto, la emisión de tarjetas de crédito muestra una tendencia alcista. A junio del presente año, las transacciones sumaban L22,918 millones. Ese valor representa un crecimiento de 295% en comparación con diciembre de 2006, cuando reportaba unos L5,800 millones.
“Esto nos da a entender que las personas prefieren cada vez más no andar efectivo para evitar asaltos o extorsiones. Los bancos siguen la tendencia porque cuando un usuario abre su cuenta de ahorro le entregan una tarjeta de débito”, explica Liliana Castillo, presidenta del Colegio Hondureño de Economistas (CHE). La economista sostiene que aún es prematuro pronosticar la desaparición de los billetes y las monedas, pero la evolución de los medios electrónicos de pago es innegable.
“La mayoría de la gente gasta el dinero cuando lo recibe y no tiene capacidad de abrir una cuenta de ahorro. Los medios de pago electrónico tienen un avance superior en otros países, pero en Honduras aún predominan el billete y la moneda”, dice.
Un estudio de MasterCard revela que en Honduras el 95% de las transacciones se realizan en efectivo.
Consumo
“Cuando utilizamos las tarjetas de débito y crédito, tiene un costo por cada transacción. En Estados Unidos, el equivalente es L11.00, pero en Honduras son entre L12 y L20. En la medida que las transacciones son bajas, el costo es más alto”, indica Guillermo Altamirano, economista. El banquero de profesión añade que la mayor parte de los préstamos otorgados por la banca se destina al consumo y los servicios, dos sectores que no estimulan el crecimiento económico.
Diversos analistas han predicho que los medios electrónicos de pago serán el futuro de las transacciones. La tendencia crece en Honduras.
Un informe de la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS) publicado ayer establece que a junio de 2015 se totalizaron un poco más de 2.9 millones de tarjetas de débito que circulan en el mercado nacional.
Esta cifra representa un crecimiento interanual de 428,525 en relación con junio de 2014, período en que se registraba una cantidad ligeramente superior a 2.5 millones de tarjetas otorgadas por bancos comerciales.
Avance
En tanto, la emisión de tarjetas de crédito muestra una tendencia alcista. A junio del presente año, las transacciones sumaban L22,918 millones. Ese valor representa un crecimiento de 295% en comparación con diciembre de 2006, cuando reportaba unos L5,800 millones.
“Esto nos da a entender que las personas prefieren cada vez más no andar efectivo para evitar asaltos o extorsiones. Los bancos siguen la tendencia porque cuando un usuario abre su cuenta de ahorro le entregan una tarjeta de débito”, explica Liliana Castillo, presidenta del Colegio Hondureño de Economistas (CHE). La economista sostiene que aún es prematuro pronosticar la desaparición de los billetes y las monedas, pero la evolución de los medios electrónicos de pago es innegable.
“La mayoría de la gente gasta el dinero cuando lo recibe y no tiene capacidad de abrir una cuenta de ahorro. Los medios de pago electrónico tienen un avance superior en otros países, pero en Honduras aún predominan el billete y la moneda”, dice.
Un estudio de MasterCard revela que en Honduras el 95% de las transacciones se realizan en efectivo.
A diciembre de 2014, número de tarjetas de débito que circulaban en el país reflejaban un crecimiento de 19.4% en relación con 2013.
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“Cuando utilizamos las tarjetas de débito y crédito, tiene un costo por cada transacción. En Estados Unidos, el equivalente es L11.00, pero en Honduras son entre L12 y L20. En la medida que las transacciones son bajas, el costo es más alto”, indica Guillermo Altamirano, economista. El banquero de profesión añade que la mayor parte de los préstamos otorgados por la banca se destina al consumo y los servicios, dos sectores que no estimulan el crecimiento económico.
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