Mujeres lideran la industria petrolera en Honduras

San Pedro Sula, Honduras.

El 25 de enero se conmemora el Día de la Mujer en Honduras en reconocimiento a la primera conquista política de las mujeres en 1955: el derecho al sufragio durante el gobierno de Julio Lozano Díaz.

En la industria petrolera destacan dos hondureñas por su profesionalismo y capacidad. Désirée Medrano Mendoza es la directora ejecutiva del Consejo Hondureño de la Industria Petrolera y Ana Belinda Martínez se desempeña como gerente de país a cargo de la oficina de la empresa multinacional Chevron, antes Texaco, en Honduras. Ambas concedieron una entrevista a LA PRENSA en la que hablan de sus logros y retos.

“Hay más mujeres en puestos de alta dirección”: Désirée Medrano Mendoza

La directora ejecutiva del Consejo Hondureño de la Industria Petrolera (Cohpetrol) está casada y tiene dos hijos.

Desde hace cinco años, la junta directiva del Consejo Hondureño de la Industria Petrolera (Cohpetrol) confía parte de sus decisiones a Dèsirée Medrano, economista y máster en Comercio Internacional. Tras una carrera de 18 años como analista financiera del Banco Central de Honduras, ahora conoce a profundidad los tecnicismos de esa industria tan volátil, como ella la califica.

Tengo una licenciatura en Economía de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah) y la maestría la estudié en la Universidad de Boston y en la de Northeastern en Estados Unidos, donde obtuve el título de Máster en Ciencias con orientación en Comercio Internacional y en Finanzas Públicas. Mis estudios y la experiencia que obtuve en mis trabajos anteriores son un apoyo para el trabajo que ahora desempeño. Sin embargo, por su naturaleza volátil e impredecible y además dinámica, el mercado del crudo y sus derivados es complejo, nunca se termina de aprender.

Trabajé 18 años en el Banco Central de Honduras (BCH) en el Departamento de Estudios Económicos, y para los diferentes análisis así como para la construcción de los indicadores macroeconómicos siempre se le da seguimiento y es indispensable tomar en cuenta el precio del crudo y sus derivados. No fue sino hasta que comencé a trabajar en el Cohpetrol que, como parte de mis responsabilidades, empecé a darle seguimiento directo y diario al comportamiento y evolución de esta industria en el mercado internacional y su impacto en el mercado nacional y en general en la economía de nuestro país.

Como economista no puedo obviar este tema, siempre lo he mantenido en agenda, pues tal como lo refiere el eslogan de Cohpetrol: el combustible es lo que mueve la economía.

Lo es, pero no por el tema de género, sino más bien por el enfoque que se le da a este rubro en nuestro país, en especial los políticos; es decir, que resulta un desafío incluso para un hombre.

Las mujeres estamos tan capacitadas como los hombres para desarrollar cualquier actividad que se nos encomiende y tenemos entre muchas una ventaja que vale la pena destacar y es que podemos realizar con eficiencia varias tareas a la vez.

Considero que ha avanzado bastante, pues cada vez vemos más y más mujeres ocupando posiciones de alta dirección en empresas de diversos sectores de nuestra economía, así como en la política. Habría que analizar si el nivel de los salarios es similar entre ambos géneros.

“El mayor reto ha sido el liderazgo de excelencia”: Ana Belinda Martínez

Gerente de país a cargo de la oficina de la empresa multinacional Chevron, antes Texaco, en Honduras.

Es la ejecutiva a cargo de la oficina en Honduras de una de las multinacionales más importantes del ambiente petrolero: Chevron.

Es una mujer muy activa, que disfruta de practicar deportes, ayudar a personas en necesidad y atesora el tiempo con su familia. A sus 46 años es esposa y madre de tres hijos. Tiene como filosofía de vida buscar un adecuado balance entre los cuatro pilares que sustentan su día a día: espiritual, la familia, la salud y el trabajo.

Estudié la licenciatura en Finanzas en la Unah y después una especialización también en Finanzas. La verdad que sí, mi carrera se relaciona con mi trabajo, aunque no a nivel operativo, como pudiera pensarse. Empecé en la operación que administraba las finanzas de las estaciones de servicio que en ese momento eran operadas directamente por la compañía y también eran propiedad de esta.

Foto: La Prensa

Siempre aspiré a desarrollarme en una corporación multinacional y me esforcé en completar mis estudios con excelencia. Tuve la oportunidad de que mi entrada al mundo laboral fuera en una de las empresas más grandes a nivel global. Llegué a Texaco, ahora Chevron, en 1990 a realizar mi práctica profesional y recuerdo que eran exigentes, pero fui evaluada con un 100%. Pocos meses después me llamaron para ofrecerme una posición temporal como analista financiera. Poco a poco fui ascendiendo a auditora interna, luego gerente financiero y desde hace casi 10 años gerente país.

Sí es retador el liderar en esta industria debido a que se demanda mucho liderazgo y excelencia para mantener una posición competitiva en cada mercado. Desde joven fui una persona apegada a la excelencia, intentando dar a cada día lo mejor. Soy una persona muy bendecida y, sumado a ello, quizá fue esa búsqueda de conocimiento y de mejora continua como ser humano y profesional lo que me ayudó a desarrollarme de la manera que he logrado. Admiro la visión de Texaco, y ahora Chevron, que se destaca por brindar oportunidades de desarrollo profesional en todos los países en donde opera.

Creo que el mayor reto ha sido mantener un liderazgo de excelencia en la parte profesional, paralelo a ejercer otros roles importantes que como mujeres desempeñamos, al ser madres y también esposas, pues creo fielmente que la principal institución que Dios nos ha dado a cuidar es la familia.

Las oportunidades se presentan por igual en empresas como estas. Somos muchas mujeres que desempeñamos altos puestos ejecutivos en diferentes corporaciones y posiciones importantes en el sector público y privado. Cada vez es más evidente la participación de las mujeres en puestos claves que antes no ostentábamos, incluso a nivel político.