San Pedro Sula, Honduras.
Cuando Real España fichó el defensa Osman Chávez en el Torneo Apertura 2015, lo hizo con la intención de solventar los problemas defensivos que lo agobiaban. La apuesta no resultó, 'El Tierno' no tuvo un buen campeonato y el comienzo del presente tampoco fue esperanzador.
Tras el primer juego ante Olimpia, Chávez fue relegado a la banca por el técnico Miguel Falero y después no estuvo disponible por una lesión muscular. Fue hasta el partido por la Copa Presidente ante Marathón, cuando el 'Tierno' volvió a aparecer.
La actuación de Chávez ante los esmeraldas en el estadio Morazán recordó un poco al defensa que ha sido. Incluso anotó el gol de la victoria. En la defensa siempre estuvo seguro.
'Me sentí bien con ritmo, corriendo, es de esos partido que lo dejan a uno contento, ojalá pueda seguir por esa ruta y que de aquí en delante, puede aparecer ese mundialista, ese jugador experimentado, en el cual toda la directiva y al afición puso la confianza, ojalá pueda recompensarlo', dijo.
Pese a los malos momentos, incluso cuando fue silbado en el Morazán, Osman se ha mantenido firme. 'Siempre tuve la confianza del grupo, del cuerpo técnico, sobre todo en Dios. Esto solamente es un partido, pero es uno de esos muy lindos, que uno puede sentirse contento y satisfecho por lo que ha hecho', dice.
Confiesa que el gol sintió como una descarga de presión. 'No, para nada, durante todo el partido me mostré tranquilo y sereno. Obviamente siempre hacer un gol le llena a uno de alegría. Simplemente quería venir al partido a hacer el trabajo que sé hacer, las cosas no habían salido bien, pero yo sabía que era cuestión de tiempo, me voy contento'.
TRISTE
Es que Chávez había llegado muy ilusionado a la Máquina, pero su rendimiento ha estado lejos del pretendido. 'Es duro, porque no vine para eso. Cuando vengo a Real España lo hago con una ilusión, a un equipo que aspira a títulos, que te iba a exigir al máximo, que te iba a sacar lo mejor de ti, pero las cosas no salieron de la mejor manera. Tuve más errores que aciertos y eso fue opacando esa imagen y la confianza. Me fui sintiendo triste por el rendimiento y todas esas cuestiones', confesó.
Como hombre creyente, Osman nunca ha bajado los brazos, 'me sentía mal, pero siempre confiando en Dios, que era cuestión tiempo y que me podía reencontrar conmigo mismo, espero que esa noche se pueda repetir de aquí en adelante y que sea un jugador totalmente diferente, que inspire esa confianza, arriba y abajo'.
El oriundo de Colón confía en que este sea un nuevo comienzo con los aurinegros y, 'que pueda tener a partir de ahora más aciertos que errores y pueda regresar esa confianza que la junta directiva puso en mí, que pueda hacer lo mejor de mí'.
