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Atleta piensa quitarse la vida tras competir en Río de Janeiro

  • 04 agosto 2016 /

El padecimiento de una enfermedad degenerativa que le ha paralizado las piernas, llevó a la belga Marieke Vervoot a pensar en la eutanasia.

Río de Janeiro, Brasil.

Los ojos del mundo están sobre Río de Janeiro a horas del inicio de los Juegos Olímpicos, pero la atleta belga Marieke Vervoort que participará en los Paralímpicos del 7 al 18 de septiembre, producto de una enfermedad degenarativa piensa quitarse la vida después de la competencia.

En declaraciones al periódico Le Parisien, la campeona paralímpica de atletismo anunció que tiene la intención de someterse a la eutanasia una vez que concluya su participación en los Juegos Paralímpicos.

'Río es mi último deseo, espero acabar mi carrera con un podio. Comienzo a pensar en eutanasia', señaló la chica de 37 años de edad.

La atleta explicó que cada vez le resulta más complicado combatir la enfermedad que le provoca un deterioro del físico y una parálisis en sus piernas.

Foto: La Prensa

La belga tiene varios récords y participará en los Paralímpicos buscando más medallas. Pero luego, piensa quitarse la vi
'El deporte es lo único que me mantiene con vida', confesó en reiteradas oportunidades. Sin embargo, el desgaste por el constante trabajo físico la obligará a abandonar su carrera en poco tiempo. Por todo esto, Merieke señala que no hay razón para seguir viviendo.

Foto: La Prensa

Marieke fue campeona mundial de triatlón en 2008 y llegó a participar de un IronMan.
Trayectoria
La atleta oriunda de Bélgica, ganó la medalla de oro y dos de plata en los Juegos Paralímpicos de Londres en 2012. En el pasado año 2015 se alzó como la campeona del mundo en Doha, Catar.

Para mi funeral no quiero ni iglesia ni café o pasteles. Quiero que todo el mundo tenga una copa de champán en la mano y un pensamiento para mí,

Marieke Cervoot Atleta belga
Sus declaraciones al diario francés Le Parisien causaron tanto revuelo como polémica aunque en Bélgica la eutanasia fue aprobada legalmente en 2002 y puede aplicarse en casos de enfermos incurables que lo soliciten, siempre que padezcan sufrimientos físicos o psíquicos constantes e insoportables.