¿Qué debo hacer, tía?
Querido Andrés, si dices que tu comportamiento es algo que no puedes controlar, pues no hay nada qué hacer. Eres esclavo de tus genitales, y lo seguirás siendo mientras quieras o hasta que tengas episodios de disfunción, como le ocurre a muchos hombres después de los 40 años.
Y es evidente que para ti la amistad no tiene significado alguno, tal vez hasta busques “amigos” para llegar al punto de tener intimidad con sus esposas y pasar a la esposa del amigo que sigue. Además, has encontrado la manera de ligarte a mujeres que tampoco tienen empacho en pintar el cuerno, o sea, tal para cual. Desleales los dos. Tal vez te detengas el día que alguna de esas mujeres quiera algo más de ti o se dé cuenta alguno de los maridos que te andas merendando a su esposa. Lo que a mí me queda claro es que eres una persona en la que no se debe confiar. Y por último te pregunto: ¿eres feliz? Lo dudo.