Entre los casados y solteros siempre se librará una batalla ideológica de quién vive mejor. Sabemos que los casados dirán que la vida de los segundos es mucho más afortunada, algunos añorarán estar en sus zapatos y casi todos siempre envidiarán por lo menos cinco beneficios de estar soltero.
Todas estas razones tienen que ver con nada más y nada menos que la preciada libertad que, se supone, los hombres pierden al casarse y formar una familia. Y, por lo menos, en estos cinco puntos es cierto. Lo quieran o no sí hay cosas que los hombres, que no viven su matrimonio en plenitud, anhelan.
Hay que comenzar con el más obvio de los factores, el dinero. Cuando una persona se hace cargo de una familia, es muy cierto que su sueldo ya casi no le pertenece, hay que pagar gastos del hogar como mantenimiento, alimentación y todos aquellos costos que de generen de tener esposa y retoños, como cuotas escolares, doctor y una larga lista.
Es cierto, a menos que sigan manteniéndolo sus padres, un soltero también tiene que hacerse cargo de su alimentación y de los gastos de su casa. Sin embargo, queda aun más dinero para gastarlo de forma egoísta en lo que a él más le plazca, con lo que comprarse ropa y lociones caras sí está a su alcance. Y eso será algo que el hombre casado siempre envidiará.
Un hombre casado siempre tendrá una prioridad a la hora de invertir su tiempo, su familia y su esposa. No hay que ser pesimistas, una vida de dedicación al hogar no es tan mala. No obstante, siempre quedará ese recoveco en el corazón para aquellas amistades a las que se les dejó de frecuentar cuando se asumió un compromiso con la pareja y vinieron las obligaciones.
Un soltero siempre tendrá tiempo libre para compartir con sus amigos, ya sea para salir por la noche a un bar o para hacer un viaje, porque además, como ya lo mencionamos, también tiene dinero disponible. Inclusive, los solteros tienden más a afianzar sus lazos de amistad, están ahí cuando se les necesita, pues sus amigos son una parte importante de sus vidas.
Un soltero no tiene que responderle a nadie por el modo de vida que lleva más que a su madre, en caso de que la hubiera. Y aun así, en la mayoría de los casos, son personas independientes que no tiene responsabilidad alguna con nadie. Con esto queremos decir que un soltero puede ser un rebelde sin causa o un aventurero.
¿Por qué? No hay una familia que dependa de él, ni económica, ni sentimentalmente, por lo que si tiene que tomar una decisión con su vida, al único que tiene que consultar es a sí mismo. Llegar de madrugada a casa o no llegar ese día, realizar un viaje, trabajar en otro lugar, hacer tal inversión, son las cosas que un hombre casado no puede darse el lujo sin consultar antes con su esposa e hijos.
Al no tener una esposa, no hay una suegra. El soltero puede llegar a tener relaciones formales sin llegar a hacerlo un compromiso con el que se genere ese lazo de parentesco que lo ate a una familia política la cual no siempre lo aceptará tal como es. Esta familia política le exigirá quedar bien, trabajar la relación para, al final, poder llevar bien su matrimonio.
Y esta convivencia le costará dinero y tiempo pero también muchos sinsabores. Pero un soltero no sabe nada de eso ya que la relación que tenga con una chica, sólo le concierne a ella y a él. Ésta es básicamente una de las razones por las que los solteros puedan temer al compromiso y los casados que saben de estas 'agrias penurias de la vida' les darán la razón.
Finalmente, algo con lo que los casados fantasean y muchos otros añorarán vivir de nuevo será esa libertad para poder estar con una pareja distinta. Algunos lo negarán pero, hay que ser sinceros, es que el matrimonio tampoco es miel sobre hojuelas y, por lo menos por una vez en la vida conyugal, los casados anhelarán volver a sus años mozos.
Tomado de Univision.
