Que el sol no te deslumbre. La importancia de protegerse de los rayos solares no se limita a las vacaciones en la playa o el día de campo frente al lago. Usar un protector solar debería ser un hábito tan cotidiano como lavarse los dientes.
Eduardo Poletti, dermatólogo, insiste que no hay un filtro todopoderoso, por lo que resulta esencial tener otros cuidados como la utilización de lentes con filtros UVA/UVB certificados, sombrero o gorra, sombrilla y ropa oscura, así como evitar la exposición prolongada de las 9:30 a las 16:00 horas.
Escoge un FPS entre cuatro y 15, dependiendo de la tonalidad de tu bronceado natural. Si estás algo bronceada, puedes usar un FPS más bajo. Si esta es tu primera exposición de la temporada, escoge un FPS 15 para evitar quemaduras por el sol.
El bloqueador tiene una función netamente protectora y el bronceador es para fines de estética y mejoramiento del color de la piel. Así que si buscas broncearte, usa siempre bloqueador.
