Cómo saber si tengo una piel seca o deshidratada

Hidratar su cutis y saber qué productos elevan su nivel de agua es importante para mantener una piel sana y con elasticidad

La piel siempre debe estar hidratada. Sin importar si es grasosa, seca o mixta, esta necesita hidratarse correctamente.

Generalmente confundimos la piel seca con la deshidratada, lo cual es un error, pues las dos situaciones presentan características propias. Saber identificarlas es el primer paso para determinar el tratamiento.

La piel seca. Es una condición causada por la baja cantidad de aceites naturales en las glándulas de la cara y del cuerpo; es decir, poca producción del sebo que le sobra a las pieles grasas.

Síntomas. Este tipo de cutis se identifica por descamaciones, enrojecimiento y comezón, piel frágil por la pérdida de lípidos y agua.

Es necesaria una buena hidratación y lograr mantener el pH ácido de la piel con jabones suaves, cremas hidratantes que no contengan alcoholes, colorantes, parabenos, perfumes, etc.

La piel deshidratada. Es una condición o estado temporal debido a la falta de agua y no de aceite. Es causada por las altas temperaturas, bajos niveles de humedad, contaminación, duchas con agua caliente y uso de productos secantes.

Síntomas. La piel deshidratada muestra un aspecto apagado, falta de brillo, tirantez, sequedad extrema, descamación, rugosidad y líneas de expresión más pronunciadas, arrugas prematuras, falta de elasticidad y prurito que produce picor.

Sin embargo, estos dos tipos de piel comparten algunos síntomas en común: la tirantez, sensibilidad y envejecimiento a temprana edad, por ello muchas veces suelen confundirse.

Claudia Gutiérrez, especialista en dermatología, comenta que los tipos de piel pueden ser normal, seca, grasa y mixta y, partiendo de aquí, una de las diferencias entre la piel seca y la deshidratada es que la seca entra dentro de los tipos de piel; pero la deshidratada puede estar en cualquier tipo de ellas.

“La deshidratación no es una característica de la piel, es consecuencia de factores externos e internos, como un cuidado inadecuado y mala alimentación, puede estar asociada a cambios climáticos, causas hormonales o medicamentos que reduzcan la retención de agua.

El cutis también puede deshidratarse por el contacto prolongado o repetido con el agua, debido a una higiene excesiva, este es un estado temporal, reversible y pasajero.

Cuidados. La lana, aunque es natural, puede irritar incluso la piel normal, así que debe lavar la ropa con detergentes sin tintes ni perfumes, ya que ambos pueden irritar su tez.

Lo primordial es rehidratar la piel para que esta recupere sus reservas de agua. Después de purificar su rostro con un limpiador suave utilice una crema hidratante de día según su tipo de piel para que le aporte una hidratación continua.

Por la noche use un sérum regenerador para fomentar la regeneración celular y mantener hidratada la piel mientras duerme.

Consejos
No utilizar productos que sean agresivos para nuestra piel, no pastes, perfumes, agua florida, entre otras sustancias, ya que irritan más nuestra piel.

Reduzca el tiempo de la ducha o el baño a cinco o diez minutos y use agua tibia, no caliente; use un humidificador. Las telas naturales, como el algodón y la seda, dejan que la piel respire.

Utilice productos libres de aceite para que su piel esté suave y protegida de la exposición solar.