En Nochevieja, darás la campanada

“Bling”, “glitter”, lentejuelas, pedrería… En Nochevieja todo vale, el caso es deslumbrar, aunque el equilibrio en las combinaciones es la clave para no acabar cegando al personal

  • 31 dic 2015

Redacción. En la celebración de Fin de Año no hay medias tintas. Los vestidos ceñidos que marcan cuerpo conviven en las fiestas navideñas con los estilismos menos insinuantes, que apuestan por recibir el año desde la ingenuidad de los rosas, las siluetas lánguidas y los colores empolvados.

Los vestidos de princesa de antaño, con tules negros y volúmenes que esconden los cuerpos, se quedan en el armario para que los cortes “bodycon” remarquen cada curva de la anatomía femenina, prieta y enfundada en colores como el rojo, el dorado y el sempiterno negro.

El diseñador J.W. Anderson es uno de los responsables de que la Navidad se tiña de rojo, un color que protagoniza su colección de otoño/invierno. Louis Vuitton o Nina Ricci se suman a la propuesta de encumbrar como apuesta ganadora uno de los colores emblema de las Navidades.

Foto: La Prensa

El rojo es el tono predilecto para fin de año.

Roja Navidad
Lo hacen con vestidos de líneas limpias y siluetas entalladas y alargadas, sin grandes volúmenes, combinando el color rojo con negro y no blanco, para evitar mimetizarse con otro protagonista de la época, Papá Noel.

El color viste por sí mismo, pero los tejidos pueden incorporar lentejuelas, “strass” o satén para aportar brillo a las noches más glamurosas.

Una opción menos explosiva pasa por los vestidos en color rosa cuarzo, un tono que se pronostica como tendencia para la próxima temporada, pero que ya viene pegando fuerte en prendas lánguidas y románticas, en las que también funcionan muy bien los colores crudos o empolvados.

De regreso a los tonos más atrevidos, el metal más preciado, el oro, presta su color a la Navidad y compite con el rojo por poblarlo todo, de las copas de champán y los adornos de estrellas, a los complementos.

Los bolsos, los zapatos o las pulseras se tiñen de dorado. Ralph Lauren pone el color sobre un vestido de corte años 90, y Miu Miu se atreve incluso con un abrigo, que más que de piel de pitón, parece de oro.

Foto: La Prensa

Las texturas metalizadas es tendencia.


Cuerpo de metal
Los plateados también decoran la Navidad, y los tonos metalizados encajan a la perfección con las faldas de tablas, que son tendencia esta temporada. La marca Zimmermann pinta los finos pliegues de sus faldas en plateado; Gucci utiliza un violeta metalizado; y Dior apuesta por el multicolor, con brillos, para una falda corta.

Para poder resplandecer sin tener que renovar el escenario, los complementos-joya son el mejor aliado para las fiestas.

Un vestido simple, en un rojo apagado, en gris o en azul, pueden transformarse con un “clutch” con pedrería, un buen collar o unos zapatos-joya.

Tampoco es necesario sufrir con unos “stilettos” de altura imposible. Oscar de la Renta y Dolce&Gabanna proponen tacones anchos con pedrería en la parte de atrás, en terciopelo negro o charol, que completan los estilismos más sencillos, ideales para acudir a una cena de empresa o a una comida familiar.

Foto: La Prensa

Dos hermosas propuestas de la colección de Rosa Clará.